En video publicado en su cuenta X el 29 de abril, el Ministerio de la Mujer y DD.HH. comunicó que el ser humano puede nacer hombre, mujer o “intersex”. Pero según el código ADN, los seres humanos nacen únicamente hombre o mujer. Todo individuo tiene dos cromosomas sexuales, X e Y, que en combinación determinan el sexo. Las mujeres tienen dos cromosomas X, los hombres uno X y uno Y. El término ‘intersex’ nace dentro de la ideología de género para calificar a quienes nacen con deformación genital genética, defecto anatómico que puede ser causado por efectos secundarios de medicamentos usados en salud reproductiva. Cualquier mujer que haya sido recetada con inyecciones de progesterona en el embarazo y haya leído las advertencias del medicamento, sabe que puede afectar el desarrollo del tejido de los órganos genitales del bebé en gestación. Negar que solo existen dos sexos, hombre y mujer en los humanos (macho y hembra en los mamíferos), sería como negar la mayor diferencia que hay entre seres vivos: la sexual, que sería la más bella y poderosa, pues logra en la pareja varón-mujer una reciprocidad capaz de traer nuevos seres humanos al mundo, de preservar la especie. Una positiva y prudente educación sexual debe considerarse dentro del derecho inalienable de todos, que responda al propio fin, al propio carácter, al diferente sexo y que sea conforme a la cultura y tradiciones patrias, y abierta a relaciones fraternas con otros pueblos para fomentar verdadera unidad y paz. Que nuestras autoridades lo tengan en mente.

Estela Zea de Furlato