El conflicto armado interno es la guerra más difícil, duradera y cara que ha tenido y tiene que afrontar el país, en medio de la peor policrisis de la historia; donde se juntan problemas estructurales, coyunturales y actuales, que desnudan la debilidad institucional, ineficiencia, incapacidad y ‘desorden organizado’ de un Estado disparatado (instituciones, empresas, organismos de control y justicia, convertidos en empresas privadas de políticos y funcionarios inescrupulosos, corruptos, saboteadores) y una sociedad indiferente e indolente, en parte, con algunas de estas características. La Seguridad Integral es una visión sistémica que tiene como finalidad garantizar y proteger la seguridad ciudadana y la justicia; la defensa y las relaciones internacionales; la democracia y la gobernabilidad; justicia social y desarrollo; ambiente y gestión de riesgos; y ciencia y tecnología. Las FF.AA. con su organización, capacidades y recursos, pueden y deben prevenir, mitigar y neutralizar las amenazas y riesgos que afectan a la sociedad y al Estado. 

El presidente Noboa tiene la enorme responsabilidad de afrontar estos desafíos; es hora de hacerlo con los mejores ecuatorianos como asesores y ministros, no solo del círculo de amigos personales y/o familiares, sino de todos los sectores y regiones. Especial atención merecen los ministerios de Defensa y Relaciones Exteriores; hoy más que nunca deben estar expertos, con prestigio institucional y liderazgo, capaces y honestos: ¡Dios lo ilumine, le dé sabiduría para decidir y no equivocarse, depurar instituciones y rectificar a tiempo!

Francisco Almeida Caviedes