La vida o es una aventura o no es nada; la capacidad de disfrutarla está ligada a la actitud de hacerse cargo de uno mismo. Viajé a la playa a disfrutar del reencuentro con primos, luego de años, cuando ya las sillas de los padres, incluida mamita, están vacías por su ausencia indeleble. Mi viaje fue confortable, tuve compañera de asiento y entablamos una tertulia literaria del tiempo y la vida, con anécdotas de mucha analogía y tópicos interesantes, con una mente muy elocuente y bibliotecaria. El viaje se hizo muy corto pero quedó plasmada una bonita relación viajera. Caminé toda la playa de mi lindo Puerto Lucía en compañía de mi primo David y compartí mi felicidad playera con quien vivía en compañía de soledad junto al baúl de los recuerdos de sus padres. Su felicidad al verme irradiaba una muestra de falta de compañía.

Recuerda: vive mientras respires sin ayuda de un tanque de oxígeno, comparte y contagia alegría. Sonríe, es tu tarjeta de presentación. El tiempo que disfrutas es el verdaderamente vivido.

Javier Valarezo Serrano