Se anunció el cierre progresivo y ordenado de uno de los productos más conocidos de Pronaca: los huevos Indaves, tan consumidos por los ecuatorianos por ser una proteína económica y alimento permanente. El producto no estará más en las perchas. La noticia se da en un escenario complejo para la industria de producción de huevos para el consumidor, que anualmente es de 3.650 millones. Por eso un grupo de miembros de cámaras de comercios del Litoral hizo un análisis muy concreto, donde manifiesta que para comprar gallinas ponedoras hay que hacer pedidos, pues su despacho se realiza a los seis meses. La razón de la demora es por las medidas estrictas para evitar el ingreso de aves enfermas con gripe aviar, que igual ingresan por las fronteras de Perú y Colombia como contrabando. El gremio pide al flamante presidente que facilite el financiamiento y la importación de las gallinas ponedoras. Además, que se eliminen las múltiples trabas que impone Arcsa a los pequeños comerciantes y emprendedores, siendo lo más delicado y peligroso el cobro del IVA del 12 % a la importación de aves ponedoras, que impacta directamente al consumidor. El cobro de este tributo lo inició en septiembre pasado Guillermo Lasso, decisión rechazada por la Corporación Nacional de Avicultores de Ecuador (Conave). Pedimos al presidente de la República que, con su amplio conocimiento, analice este problema conjuntamente con el Ministerio de Agricultura y Arcsa, que impiden el desarrolle de los sectores microempresariales.

Robespierre Rivas Ronquillo