En esta era digital, a cada rato nos vemos obligados a aceptar acuerdos en línea, que contribuyen a nuestra comodidad pero que también significa que tengamos que compartir mucha de nuestra información privada. Estos acuerdos incluyen cláusulas donde se encuentran los permisos que solicita el sitio web o la aplicación, entre ellos el acceso a datos personales, el derecho a divulgación, alteración e incluso la exclusión de derechos a recurso legal.

Antes de aceptarlos dando el clic que nos piden, deberíamos preguntarnos si tenemos claro por lo menos lo básico de aquello a lo que estamos accediendo. En lugar de permanecer pasivos tendríamos que darnos tiempo para aprender sobre los términos que nos imponen, para poder manejarnos de forma segura en el cada vez más dinámico y ‘libre’ medio digital. Debemos conocer nuestro derechos, estar atentos a señales de alerta, verificar si existen actualizaciones que puedan afectar las condiciones antes acordadas.

Luisa Chávez