En Ecuador la burocracia es un tema que debería ser tratado en forma urgente y prioritaria pues, como ha venido haciéndose costumbre, todos los gobiernos entrantes ubican a su gente y muchas veces crean puestos para pagar favores y mantenerlos contentos, engrosando cada vez más, la burocracia ya existente. De tal magnitud es, que un trámite por sencillo que sea demora meses y hasta años. La documentación va de mano en mano, muchas veces se pierde en el camino y el sufrido usuario tiene que empezar su trámite desde cero, con molestias económicas y temporales. Algunas oficinas cuyo personal es abundante y pienso que algunas veces, innecesario: el SRI, algunos ministerios, el Municipio capitalino, la AMT, la Defensoría del pueblo, la Senescyt, la Comisión de tránsito y muchas otras entidades donde la presencia de personal es exagerada y los trámites en vez de agilizarse se dilatan, terminando con la paciencia de la ciudadanía. Resulta necesario hacer una exhaustiva investigación en la que se evalúe a todos y cada uno de estos funcionarios, eliminando a aquellos elementos que no cumplen funciones específicas y que, aparentemente, están de relleno para así oxigenar estas dependencias públicas, disminuir gastos y poder atender en forma oportuna los requerimientos del público que, sin duda, merecen toda la consideración y el respeto.

Fabiola Carrera Alemán