Qué injusto e indignante resulta saber que el sueldo básico de los trabajadores, cuyo desgaste físico, intelectual y síquico es evidente, ha sido incrementado en la irrisoria suma de 6 miserables dólares, mientras la plana mayor del Estado: presidente, vicepresidente, alcaldes, ministros, embajadores, secretarios, asambleístas, asesores y más funcionarios gozan de enormes latisueldos e innumerables prebendas, adquiridos con mucho menor esfuerzo pues, como sabemos, los días y horas de trabajo de estos ilustres personajes “reciclables” son mucho más reducidos e intangibles. 

Aunque dicen que el sueldo básico de Ecuador está catalogado dentro de los más altos de América Latina, lo que puede ser verdad, pero hay que considerar que el estándar de vida en nuestro territorio ecuatoriano, por ser país dolarizado es, comparativamente, mucho más elevado que en el resto de países, pues se diría que estamos casi a la par con el costo de vida de países más desarrollados como Estados Unidos. 

Y aún, señor Director, falta por conocer el famoso incremento de las pensiones jubilares que, de seguro, serán unos escasos centavos, como ha ocurrido en años anteriores.

Fabiola Carrera Alemán