Cartas de lectores | El Gobierno y la percepción de inseguridad

El ecuatoriano por naturaleza es reactivo a la prepotencia, y al Gobierno le interesa tener a la población de su lado

El Gobierno, sin proponérselo, ha incrementado en la ciudadanía la percepción de inseguridad. La otra noche fuimos testigos, en el puente sobre el Machángara, al norte de Quito, de cómo un jeep, último modelo, sin placas, cruzó a un auto sedán, conducido por un adulto mayor, provocándole un miedo paralizador, para luego, antes de ingresar al túnel Guayasamín, seguir escoltando a un vehículo negro de alta gama, sin placas -que también rebasó con impericia a otro auto particular justo antes de la entrada al túnel- pero con la novedosa e intrépida disposición a saltar del vehículo -con la puerta derecha delantera semiabierta -por parte del señor militar que estaba en el jeep, recordándonos a los Iwias, los Demonios de la selva, que defendieron con tanta gallardía nuestro suelo patrio en 1995 (D. Narváez, 2025). La Policía debe seguir manteniendo el monopolio de la escolta de estos apurados funcionarios que circulan en hora pico -la otra noche fue igual, pero al interior de un conocido centro comercial-, y las FF.AA. concentrar su esfuerzo donde Ecuador hace agua: minería ilegal, fronteras, aduanas y puertos. El ecuatoriano por naturaleza es reactivo a la prepotencia, y al Gobierno le interesa tener a la población de su lado y no criticando malas prácticas. Es urgente lograr la cooperación de los miles de taxistas del país para apoyar con su sistema integrado de radio a la Policía en las labores de persecución contra el criminal y delincuente que usa y escapa en motos -que amenazan con caotizar irreversiblemente el trafico en el país- y en vehículos robados. El túnel Guayasamín, que un viernes 18 de julio ha sido el teatro de operaciones de esta insólita conducta, debería tener, al final, una pequeña Unidad de Policía (P. Merizalde, 2025) para atrapar a los delincuentes que en moto, a toda velocidad circulan, como lo hicieron estos dos autos, sin norma eficaz ni dispositivo policial que los contenga. Todos queremos que le vaya bien a este gobierno, y que el presidente disponga el alto a estas infortunadas conductas de quienes son, en territorio, sin darse cuenta, el rostro e imagen del régimen.

Diego Fabián Valdivieso Anda