Cartas de lectores | Fiscal del Estado: desesperación por seguirle juicio político

La Constitución la consagra órgano autónomo de la Función Judicial, único e indivisible; facultada de oficio o a petición de parte, a realizar investigación preprocesal y procesal penal, por seis años. No es perseguir políticos, sino infractores de la ley, y en mérito a elementos de convicción, solicitar a juez penal audiencia para formular cargos, acusar a los presuntos, impulsar instrucción fiscal. 

Acusarla de funciones que corresponden a la Corte Nacional, Judicatura, Procuraduría, Policía, es inoficioso. Débese aprobar mayor presupuesto para tener personal necesario, tecnología de punta y que las pericias se presenten enseguida; y conseguir juzgamiento inmediato a delincuentes. 

No es autoridad que dicta sentencia; intimidan para que no investigue delitos de funcionarios. La Asamblea debe iniciar juicio político a los jueces que condenaron indebidamente, sin ninguna prueba. Se ha hablado de acuerdo para gobernar, lo primero: hacer juicios políticos. 

El país necesita seguridad, trabajo, pena perpetua, etc., para combatir la delincuencia organizada, sicariato, recuperar dineros por corrupción y glosas de funcionarios públicos. Ninguno anterior hizo tantas investigaciones como la actual fiscal del Estado. La encumbran a la presidencia del país para 2025, por credibilidad y popularidad. 

En ejercicio democrático, primero hacerlo al CNE, con período vencido, por irregularidades en las elecciones; al CJ por evidente negligencia, falta de sanción a jueces y fiscales que liberan delincuentes con elementos de convicción, etc.

Jorge Arámbulo