Cartas de lectores | Esto es solo el comienzo

El Municipio suscribió contrato con el consorcio CAF para adquisición y mantenimiento inicial del material rodante

Tras la construcción de una obra, la operación y mantenimiento, actividades biunívocas (donde está la una tiene que estar la otra), deben ser manejadas por un solo contratista, cuyo perfil debe ser establecido en la etapa de factibilidad. Esta es la falencia mayor del Metro de Quito: no se tomó en cuenta este concepto en etapas iniciales y se improvisó en los documentos precontractuales para contratar al operador internacional, como indica el TDR técnico 1, numeral 5, que dice: “El adjudicatario de la PLMQ será responsable de al menos: operación del material móvil, que será mantenido por un tercero. Tercero que será contratado por la Epmmq, supervisado y coordinado por el operador internacional”. Si se produce una falla en los trenes se dará el lavado de manos entre operación y mantenimiento; ninguno se hace responsable, error que el Metro arrastra desde el estudio de factibilidad, agravado por la improvisación en TDR para el contrato de operación y el desoír consejos de del pueblo en cartas públicas desde abril de 2022. Las consecuencias: en cinco meses de operación, dos de 18 trenes fuera de servicio; no se conoce el estado de los otros. El Municipio de Quito suscribió contrato con el consorcio CAF en 2014 para adquisición y mantenimiento inicial del material rodante y accesorios. Se incumplió la entrega de piezas claves para el mantenimiento. Al parecer aún no hay contratista para ello. El pueblo recomienda contratar con el consorcio operador. Rectifiquen o será el comienzo de una larga enfermedad degenerativa.

Marco A. Zurita Ríos