Cartas de lectores | ¡Lo digo a los cuatro vientos!
Que no susurra el viento..., que callado quedó...
¡Quisiera decirle hoy a la paz, amiga ven y siéntate a mi lado, ya que tienes en tu alma una estela, esa estrella de amor que Dios te ha dado! Si pudiera lanzar hoy al abismo los errores que profesa el mundo entero, no me importaría ofrendar mi vida en holocausto para borrar el mal de lo terreno. De lo material que mata y envilece, que separa familias desangrando, el amor que se profesan desde siempre. Triunfando el odio y la ambición reinando. ¿Por qué reina la maldad en este mundo, si un paraíso nos dejó el Creador? Es porque estamos ciegos e infestados, sucia el alma por la mortal corrupción. ¡Quisiera sembrar hoy en la tierra pompas de ilusión con bendiciones, para desterrar el pecado que envilece... y acabar para siempre con las malas acciones! Y me dices ahora, que no escuchas la vida que el silencio opacó... ¡Pero acaso no oyes del ruiseñor su trino, surcando el campo hoy! Me dices ahora, que ya no brilla el cielo que el ‘smog’ lo cubrió... ¡Pero acaso no ves del niño su sonrisa y en su rostro el fulgor! Que no susurra el viento..., que callado quedó... ¡Pero, acaso no sientes del amado su aliento, sus palabras de amor! Y me dices..., que no reina la paz, que todos porfían... ¡ Pero acaso no escuchas de Dios su Verdad, que nos infunde alegría...!
Myrna Jurado de Cobo