Cartas de lectores | Carta al presidente del Ecuador, Daniel Noboa

El país no puede seguir endeudándose al ritmo de los últimos años

EXPRESO en su edición del 28 de abril plantea trascendentes comentarios bajo el título de: “Reelección. Para qué”. Si se quiere resolver los problemas más importantes del país, deberían tomarse decisiones en lo económico que son inevitables, como eliminar el subsidio a la gasolina extra y ecopaís, que generaría unos $ 1.200 millones anuales, principalmente para salud, educación y vialidad. Establecer un recargo generalizado de unos $ 2 por galón al diésel, menos para transporte público y sector productivo, para compensar una eventual inflación. Dar sostenibilidad al IESS a largo plazo, recurriendo, si Ud. no tiene otra opción, al aumento de la edad de jubilación, de los aportes mensuales y/o del período de aportación de los afiliados, manteniendo la afiliación hasta que el empleado lo decida. Y en cuanto a financiamiento del Estado: sobre tamaño del sector público, no creo en posiciones extremas de reducirlo a una mínima expresión, dejando que todo lo controle el mercado, pero tampoco mantener una legislación en la que el sector privado no decide nada. Lo ideal sería encontrar un punto de equilibrio. El país no puede seguir endeudándose al ritmo de los últimos años; el precio del petróleo ya no será tan alto como en las dos décadas anteriores. Estamos debiendo alrededor de $ 80.000 millones. Otra fuente de recursos sería mejorar el control tributario y exigir que los deudores paguen sus obligaciones; de lo contrario no quedaría más que seguir contratando créditos. Debe aprovechar el enorme respaldo político que tiene Ud., señor presidente, para tomar medidas trascendentes, sobre todo en subsidio a combustibles. Las inversiones públicas en proyectos serán buenas solo cuando capitalistas privados no quieran o no puedan hacerlo y así evitar problemas por insuficiencia de aportes en por el monopolio del Estado. En inversiones en vialidad e infraestructura educacional son indispensables. Con las famosas administradoras de fondos de pensiones de Chile vale recordar que las pensiones de los jubilados no cubrían ni el salario mínimo pues se había establecido un sistema pernicioso de capitalización individual, sin solidaridad. Y en Argentina se premia, por ejemplo, a las grandes inversiones solo por sobrepasar los $ 200 millones, sin considerar el empleo de mano de obra en el proyecto, olvidando que en países en desarrollo, como Ecuador, disponemos en abundancia de trabajadores pero de poco capital, por ello esa relación productiva no puede aceptarse.

Iván Escobar Cisneros