Avengers presidenciables

La elección de agosto es decisiva, votar bien es clave

La inseguridad es nuestra principal preocupación y se construyó un imaginario de desamparo que forjó la necesidad de mayor violencia estatal para exterminar a los delincuentes. El poder dictó políticas punitivistas y represivas que la mayoría de presidenciables está reeditando. Ofertan mano dura y populismo penal, y ‘marketean’ como prototipo de gobernante a un superhéroe o heroína aparentemente capacitado para dirigir una guerra, aunque implique un espiral de violencia sinfín. Ciertos candidatos proyectan imagen de fuerza y valentía. Otto reclama que expuso su vida en la pandemia. Villavicencio se disfraza de ‘sheriff’ y asegura que combatirá las mafias. La candidata de Correa usa capa de superheroína. Topic emula a Rambo y Terminator. Así intentan conectar emocionalmente con los electores, copias de Avengers de mala calidad, cómplices y encubridores de los villanos y mafiosos que gobernaron los tres últimos períodos. De esa imagen se proyecta el más crudo mesianismo autoritario que desemboca en restricción de la participación social, violación de derechos colectivos e individuales y concentración déspota del poder. Las élites buscan en sus alfiles un proyecto fascistoide del Estado. Las acciones coercitivas inmediatas son insuficientes para recuperar la seguridad. Ese cortoplacismo debe ser superado por inversión pública en salud y educación, trabajo estable y salarios dignos, reducción del hambre y desigualdad, combate a la corrupción de traje y corbata: resolver problemas estructurales. La elección de agosto es decisiva, votar bien es clave.

Francisco Escandón Guevara