Un dirigente indígena pretende efectuar este 11 de junio otra movilización, parecida, igual o peor a los hechos vandálicos ocurridos en octubre del 2019, cuando la ciudad de Quito se convirtió en la principal afectada. De por medio está pedir la derogatoria del Decreto Ejecutivo 1158, con el que se estableció un sistema de bandas para fijar el precio de los combustibles. Este dirigente, junto a otro que ya fue expulsado de las filas de la Conaie, lideraron estos hechos violentos que dejaron miles de dólares en pérdidas. También se ha hablado de que se establezca la moratoria de un año en el pago de créditos a bancos y cooperativas. La respuesta es única señores: este país no aguanta más movilizaciones o hechos violentos. Este país necesita reactivar el aparato productivo, atacar la pandemia de forma radical y definitiva, generar nuevas fuentes de empleo perdidos por la pandemia.

El presidente actual no tiene ni un mes en funciones y ya pretenden desestabilizar su gobierno obtenido de forma legítima y democrática. Los ecuatorianos no somos amnésicos; dado que vivimos 14 años de desgobierno con dos mandatarios que hicieron mal las cosas, por decir lo menos, porque el país entero lo sabe y lo conoce. Basta de demagogias. 

Roberto Flores