Luego de no haber aprobado el examen de ingreso a las universidades estatales, en el pasado los estudiantes tuvieron la oportunidad de ser capacitados mediante un curso de nivelación académica. Después de este, la mayoría pudo ingresar a las universidades y así cumplir y lograr sus sueños de llegar a ser profesionales.

Se decía, y a lo mejor se dice, que no hay el suficiente número de aulas de clases para cumplir con estos objetivos, y que no había presupuesto para pagarle a los docentes.

Entonces, en el conversatorio de aquella época se llegó a la conclusión de que sí se podría, igual que en otros países vecinos, con la contribución de 5, 10, 20 y hasta 30 dólares mensuales por alumno, podría recaudarse fondos desde $ 600.000 hasta $ 1’000.000 mensuales, con lo que contrataría el número suficiente de docentes y podrían incluso construirse nuevas aulas.

Les recuerdo, finalmente, que las universidades estatales son del pueblo y para el pueblo.

¿De dónde van a sacar los padres de esos alumnos para pagar la mensualidad en universidades privadas, que superan los $ 1.000. Dr. Wilson Drouet Tutivén