Amigas desde la secundaria, luego en la universidad, y con el tiempo colegas, vecinas, entre tantas otras cosas que las unieron desde que eran adolescentes.

La historia de Rosemarie Cornejo y Glenda Aquim se trata de esas amistades que perduran más allá del tiempo y de las diversas vicisitudes por las que atraviesan sus protagonistas.

Guardan vivencias y anécdotas que fueron compartiendo con los años. Y en muchas de ellas también se involucraron sus familias. Sin embargo, tiempo después de vivir aquellas experiencias que quedarán en sus corazones, se asociaron para crear un emprendimiento.

En plena pandemia, estas periodistas profesionales que tienen amplia ‘expertise’ en ventas se animaron a salir de su zona de confort y crearon una línea de ropa.

Ya ha pasado un año y medio desde que empezaron en el mundo de la moda. “Hacemos lo que nosotras nos pondríamos”, explica Rosemarie. Empezaron con faldas y ya están haciendo más piezas cómodas y súper combinables para usar tanto en la ciudad como en la playa, y que suman ‘likes’ en una comunidad de seis mil mujeres en Instagram.

“Yo soy mucho más clásica, y en cambio Rosemarie es más arriesgada al vestir. Pero ahí encontramos el balance para ser competitivas ante otras marcas”, confiesa Glenda.

Es así que han logrado gustar no solo en Guayaquil sino en otras ciudades como Cuenca y Quito.

“Aunque en la industria ecuatoriana la limitante sea la falta de variedad de telas, estamos orgullosas de la producción y la calidad en mano de obra. Hemos podido vestir desde flaquitas hasta tallas XL. Nuestra idea más adelante es mostrar un pedacito de Ecuador a otros países a través de nuestra marca”, dice Rosemarie.

Rodeadas de emprendedores, si bien basan la clave del enganche en su ‘expertise’ en ventas, expresan que también siguen los consejos de sus esposos.

“Ellos tienen sus negocios y siempre están buscando que más hacer. De hecho, mi esposo está dictando constantemente cursos de emprendimiento. Y el de Glenda es la cabeza financiera de su propia empresa. Entonces ellos son quienes nos asesoran sobre cómo manejar la rentabilidad, y siempre salimos con más ideas cuando nos reunimos entre todos”, comenta Rosemarie.

Es por eso que no dejan de capacitarse, pues están conscientes de que hoy en día el boom son las ventas online. Y así es como han ido creciendo orgánicamente en Instagram.

Se reinventaron, salieron de su zona de confort y demostraron que a pesar de ser muy diferentes, su amistad (casi hermandad) está por encima del emprendimiento.

SOBRE ELLAS

Ambas son guayaquileñas, tienen 44 años y son periodistas profesionales.

Cada una está casada y ambas son madres.

Glenda desde hace once años trabaja en el área de publicidad de medios de comunicación. Mientras que Rosemarie, después de laborar como comunicadora, se dedicó por más de veinte años a las ventas.

Juntas crearon la marca de ropa Suyana.