Tras la partida de Alfonso Espinosa de los Monteros se han dado cambios en Ecuavisa. Algo que se esperaba y así se dio es que asuma su lugar en Televistazo estelar Juan Carlos Aizprúa, porque ya tenía algún tiempo con el comunicador (en el segmento internacional) y los viernes era el que presentaba las noticias.

En su momento se escuchó el nombre de Estéfani Espín, además estuvieron buscando gente de otras partes. Ahora como compañera de Juan Carlos está Andrea Báez en la emisión nocturna a nivel nacional. Ella hace reportajes, comunidad en la capital de la República (con Juan Carlos y Alejandra Proaño) y 'Contacto directo'. Esta pareja ya se conoce.

Los televidentes guayacos son los que deben acostumbrarse a su presencia y a su acento, más de la Sierra que de la Costa, a pesar de que nació en Portoviejo. Pero no es la única que sale en los noticieros locales (Quito) y nacionales, además la manabita Alejandra Proaño, quien debutó en esa cadena en el segmento deportivo 'Sí se puede' y reemplazó a Theo Posso por el Mundial de Qatar 2022. Ahora está en 'Contacto directo' (alterna con Andrea) y en Televistazo al mediodía junto a Gabriela Baer. Se pensó en Alejandra para la emisión nocturna, pero se la descartó.

Lastimosamente en Ecuavisa, como sucede en el resto de canales, nunca se preocuparon en preparar o formar a gente. Y de golpe, por diferentes circunstancias, la generación de credibilidad desapareció. De manera inevitable se da un choque y el público lo nota. En la noche habría sido una buena opción Gabriela Baer, quien tiene una imagen más consolidada. ¿Será que ya está negociando la jubilación y por ello han puesto a Alejandra Proaño al mediodía con ella?

Se preguntarán por qué no sale alguien desde Guayaquil en las noches como antes. Solo funciona el estudio de Quito, porque es mucho costo que funcionen los dos como al mediodía. Por cierto a Juan Carlos lo lanzaron al agua ‘sin salvavidas’ y ahora hace entrevistas en la mañana, pero debe ser más cuestionador y punzante, más aún si lidia con políticos que casi siempre se quieren robar el show, llevar la entrevista a su manera y responder lo que ellos quieren y no lo que al público le interesa.

Sin duda, otra generación de comunicadores a los que el televidente, como dije antes, debe acostumbrarse, pero son ellos los que también deben estar a la altura de esa generación que con su credibilidad, con una imagen muy cuidada en todos los sentidos (nada de escándalos), respeto y preparación se ganaron a la audiencia.