Nayelhi Alejandra González Ulloa es el nombre completo de esta esmeraldeña que en septiembre pasado se convirtió en la Miss Ecuador 2022, certamen que se llevó a cabo en Quevedo.

Su respuesta en la ronda de preguntas, que más bien fue una petición dirigida al presidente de la República, Guillermo Lasso, fue determinante para su triunfo.

Aferrada a sus raíces, la afrodescendiente, de 26 años, se ganó al jurado, al igual que al público. El clamor por ayuda a su tierra logró que los medios de comunicación pusieran sus ojos en ella. Nayelhi es sinónimo de valentía, resiliencia, confianza y frontalidad, rasgos que rigen su carácter.

A pocas horas de terminar el 2022, esta modelo y licenciada en Enfermería lo resume como un año de bendiciones, de experiencias nuevas y de un bagaje de información que la hace sentir orgullosa de ser quien es y de su evolución como mujer.

Manifiesta que con la quema del monigote se irá todo lo que tiene que ver con la negatividad y las inseguridades. A esto le suma las malas energías que pueden girar en el entorno donde se desenvuelve.

La posible sucesora de Harnaaz Sandhu se queda con la satisfacción de haber dado lo mejor de sí y está convencida en que el 2023 su meta es lograr la mejor versión de sí misma.

Como parte de sus cábalas señala que siempre le va bien cuando pone en primer lugar a su familia. No pierde la costumbre de comerse las 12 uvas antes de recibir el nuevo año.

“Espero que el reloj marque las 12 para expresar cada uno de mis deseos. Los manifiesto con amor y con pasión como todo lo que hago en mi vida. En cuanto a la cena, comemos lo tradicional, pavo, cerdo, pero ahora me estoy cuidando, tengo fuerza de voluntad (risas). Ayudo, pero quienes se encargan de todo son mis tías y mi mamá”.

Comenta que sus propósitos más inmediatos giran en torno al certamen Miss Universo que tendrá lugar el 14 de enero en Bangkok (Tailandia).

“Todo lo que rige y demanda en este concurso hace que solo piense en dar lo mejor. En cada salida estarán expuestos tres elementos que son determinantes en mí, la constancia, el sacrificio y la disciplina, siempre poniendo a Dios por delante”, añade.