Se viene la tercera temporada de MasterChef Ecuador (Teleamazonas), y de más de dos mil aspirantes inscritos, únicamente 57 fueron los escogidos. No solo fueron juzgadas sus habilidades culinarias, también pesó la personalidad, pues no hay que olvidar que se trata de un reality.

De estos, Carolina Sánchez, Irene González y Jorge Rausch hicieron la selección final: 22 participantes de diferentes partes del país presentaron sus mejores platos y partieron a Bogotá para continuar las grabaciones.

El proceso se desarrolló en el transcurso de dos días agotadores, bajo el sofocante sol de Guayaquil y entre kilómetros y kilómetros de cables, luces, pantallas de iluminación, cámaras, monitores, vestuario, maquillaje, cocinas y aproximadamente 180 personas, entre ecuatorianos y colombianos, que se movían sin cesar para poner todo a punto. El lugar escogido fue el Palacio de Cristal, que con la agradable brisa del río Guayas se convirtió en el escenario perfecto.

En medio de esa algarabía, surge una pregunta: ¿quién lava los platos luego de cada programa? No es difícil imaginar que al término de cada capítulo, decenas de elementos de cocina quedan sucios.

Aunque habrá quien crea que son los mismos concursantes quienes, como parte de sus responsabilidades culinarias, se ocupan de esa tarea, lo cierto es que recae sobre los ‘stuarts’, un grupo de personas que se encargan de recoger, lavar y colocar cada traste en el lugar que le corresponde.

• Por fin al pie del río

Era el sueño de María del Carmen Arellano, la gerente de producción de Teleamazonas, quien está detrás del programa. Ella quería grabar uno de los capítulos de MasterChef Ecuador en el Palacio de Cristal de Guayaquil y finalmente su deseo se cumplió.

“Es una locación bonita y emblemática que nos muestra un paisaje hermoso, con el río acá y toda su infraestructura. Además, históricamente fue un mercado”, explica.

• Ecuador, protagonista

Alimentos, ollas y condimentos permanecían bajo dos carpas ubicadas cerca del ingreso al Palacio de Cristal. Eran los productos que horas antes habían sido comprados por el equipo de producción gastronómica en los mercados locales, de acuerdo con un listado y las necesidades del contenido del programa, incluido el papel toalla de cocina.

En esta temporada se incorporan alimentos propios del Ecuador, como el cangrejo rojo, cangrejo azul, cuyes, diferentes tipos de pescados y gran variedad de frutas. Todo tiene que estar fresco. Con eso se abastecen las despensas desde las cuales los concursantes escogen lo que van a usar en los platos que luego degustarán los jueces. Las ollas, utensilios y demás implementos son proporcionados por los auspiciantes.

• Así estaban los jueces

La chef Carolina Sánchez y la empresaria culinaria Irene González lucían estupendas. Pero más allá de eso, en los pequeños descansos se hizo evidente la química que existe entre ellas.

La primera, ganadora de una estrella Michelin, mantiene la idea de poner un local similar a Ikaro (el que tiene en la comunidad de La Rioja, en España, junto a su pareja, el vasco Iñaki Murua). “Estamos viendo nuevamente oportunidades, me encantaría tener mi propio proyecto aquí”, dice.

Por allí también estaba el chef Rausch, uno de los jueces más temidos, por su severidad a la hora de calificar. Su paladar bien entrenado le permite descifrar todos los ingredientes que componen un plato.

El día de la grabación se lo vio con una taza de té en la mano, pues debía tener el estómago “aliviado” para probar los más de 50 platos preparados por los concursantes.

• Como una diva

Por tercera vez, Teleamazonas contrató a Érika Vélez como presentadora del programa, que se desarrolla en Bogotá. Ella y los concursantes elegidos se encuentran en esa ciudad colombiana.

El último día de la grabación en el Puerto Principal, la actriz de Casi Cuarentonas permaneció bajo una sombrilla para evitar que el calor guayaco le dañara el maquillaje, que estuvo a cargo de Jinson Pineda. Pero como la comodidad es básica, la guapa manaba utilizó zapatos de caucho para las tomas de medio cuerpo, algo poco favorecedor para sus 1,65 metros de estatura.

• Para saber

1. Las cabezas principales encargadas de dirigir y organizar los equipos llegaron desde Colombia para la grabación de dos capítulos. Entre ellos estaban la jefa de producción, gastrónomos y técnicos.
2. Las medidas de bioseguridad estuvieron a la orden del día. A la entrada había una pileta con agua, jabón y toallas de papel, y el uso permanente de mascarillas fue obligatorio, aunque en algunos casos esta disposición se pasó por alto, como se observa en la foto.
3. Entre los premios se incluyó un carro. El ganador también se llevará 20 mil dólares y cursos de cocina.