En la última jornada de las carreras de Ascot en Reino Unido, Kate Middleton atrajo la atención con un rojo vestido de Alexander McQueen.

Un estilismo inusual en la Princesa de Gales. Dejó atrás los colores pasteles y sorprendió con un vibrante traje que favoreció su figura gracias al escote en V, la falda de vuelo y las mangas abullonadas.

Para completar el look, la esposa del heredero al trono, Guillermo de Inglaterra, apostó por un tocado de Philip Treacy, con flores del mismo color del vestido, unos salones rojos de la firma italiana Jennifer Chamandi y un bolso de mano de Hermès.

Igualmente, lo más destacado fueron unos aretes colgantes de estilo flamenco de Sézane.

Un modelo bañado en oro y con cuentas negras. No es la primera vez que ella apuesta por unos complementos de esta firma parisina.