El modisto Karl Lagerfeld falleció en febrero del 2019 y desde entonces, el destino de su herencia ha sido cuestionado por medios internacionales. El creativo, más conocido como uno de los diseñadores más influyentes de la segunda mitad del siglo XX, contaba con un patrimonio de más de 170 millones de dólares y esta semana se dio a conocer quienes estarían en la lista definitiva de herederos.

Es que como Lagerfeld nunca se casó o tuvo hijos, según el medio francés Le Parisien, la última voluntad del modisto fue distribuir su herencia a siete personas, entre ellas: el modelo Baptiste Giabiconi, François Caçote (cuidadora de su gata Choupette), su ahijado Hudson Koenig, el exmodelo Brad Koenig, su directora de comunicación Caroline Lebar, el modelo Jake Davis y su guardaespaldas Sébastien Jondeau.

El medio francés también informa que sí existe un testamento escrito de puño y letra por parte del diseñador y estaría registrado en notaría Maître Henry Rey de Mónaco. Sin embargo, hasta la fecha aún no finaliza todo el proceso porque el abogado y contador de Lagerfeld, Lucien Frydlender, ha estado desaparecido de las ocupaciones laborales desde el año pasado porque estaría enfermo en su casa de París.

Frydlender sería la única persona que conoce en detalles el patrimonio del diseñador y por eso, es el encargado de hacer el inventario de las propiedades, dinero, acciones, obras de arte, empresas e inversiones que dejó tras su muerte. Él es conocido como uno de los abogados preferidos por parte de la cúpula de la industria de la moda.

“Era mi jefe, mi amigo y mi padre. He pasado más tiempo con él que con mi familia. Teníamos una fuerte relación profesional y personal (...) Durante veinte años, no me fui de vacaciones, ni cené como me hubiese gustado con mis novias y amigos. No tardaba ni dos horas en mandarme un mensaje”, es la forma en que el guardaespaldas Sébastien Jondeau describe su relación con Lagerfeld según el diario El País.