En el principio existían Los Celestiales, estirpe de constructores cósmicos. Ellos crearon a Los Eternos, súper héroes que han vivido secretamente en la Tierra durante 7.000 años; han protegido a los humanoides, desde sus peligrosos asentamientos en Mesopotamia, Babilonia, México. 

Una tragedia inesperada obliga a Los Eternals a salir de las sombras para juntos enfrentar al más antiguo de los enemigos: Los Desviantes, depredadores alienígenos del hombre. Los Eternos son: Ikaris (Richard Madden), gran decididor. Sersi (Gemma Chan), con afinidad hacia los humanos. Kingo (Kumail Nanjiani), lleno de poderes cósmicos y que se ha convertido en una gran estrella del cine proveniente de Bollywood. 

Makkari (Lauren Ridloff), mujer súper veloz, Phastos (Brian Tyree Henry), inventor de gran valía, Ajak (Salma Hayek), líder espiritual y puente de Los Celestiales, Sprite (Lia McHugh) eternamente joven (12 años) pero de alma vieja, Gilgamesh (Don Lee), un ser todopoderoso, Druigh (Barry Keoghan), de quien nadie sabe si es amigo o enemigo, Thena (Angelina Jolie), guerrera feroz. Junto a ellos, por amor a Sersi, está Dane Whitman (Kit Harington).

La textura emocional y su extraordinaria belleza pictórica hacen de Eternals,  un filme por demás interesante, llamativo, aunque a veces peque de confusión; esto se debe a la gran cantidad de personajes y el traslado de los tiempos en sus continuos flashbacks.

Los personajes tienen mayor profundidad que en otras producciones Marvel pues el guion les otorga rasgos y sentimientos más pegados a la raza humana y así los convierte en esclavos de sus propios egos, sentimiento sorpresivo en las películas del género.

Chloé Zhao, ganadora del Óscar por  'Nomadland' (2020), demuestra que tiene la capacidad necesaria para dirigir películas de acción. Como es fémina inteligente, aprovecha y le impone al largometraje su visión y demuestra que sus dones son aplicables a cualquier cinta que se le dé. Le incluye una secuencia de sexo que alejará galladas infantiles pero se justificará frente a los espectadores adultos.

Cual demostración del nuevo Hollywood, los héroes son de diversas razas y con estos cumple la misión autoimpuesta: apoyar a las minorías étnicas.

Entre las actuaciones sobresale Salma Hayek, ella es el símbolo de la película, la que impone melancolía a la trama, la que hace notar el paso del tiempo. Es el imán que el argumento exigía.

Angelina Jolie reafirma su poderío estelar y sigue siendo una belleza erotizante. Actúa con precisión Lia McHugh. Los varones no descuellan, salvo Kit Harington en su rol del enamorado que no logra  el amor de Sersi. A Gemma Chan, que desempeña ese papel, le hace falta más lirismo pero irradia luz con su elegancia y vulnerabilidad.

La fotografía, especialmente en sus tonos crepusculares, es casi poética. Los efectos visuales y especiales son impresionantes, más aun cuando están en escena los Desviantes, donde el fuego los convierte en almas infernales.

¿Resumen? Filme divertido y gratificante.  ****