Dave Halls, el cuestionado asistente de dirección que entregó a Alec Baldwin el arma con la que mató accidentalmente a Halyna Hutchins, reconoció que no la revisó antes de ensayar la escena porque estaba convencido de que contenía balas de mentira. 

La declaración del asistente, publicada por la oficina del sheriff de Santa Fe (Nuevo México), coincidiría con la hipótesis formulada por los investigadores después de que confiscaran unos 500 cartuchos con munición en la zona del rodaje, entre los cuales se ha dicho que había balas auténticas mezcladas con proyectiles falsos.

Según explica el portal de espectáculos Emol, a diferencia de los cartuchos de fogueo, que recrean la explosión de un arma, las balas de mentira no contienen pólvora y solo se utilizan cuando el guion requiere que aparezca un proyectil en pantalla. 

La escena que ensayaba Baldwin era un primer plano de su mano disparando la pistola hacia la cámara. En cuanto a Hannah Gutiérrez Reed, la armera de la producción, señaló a las autoridades que ese mismo día se aseguró de que el arma contenía balas falsas e indicó que no tenía conocimiento de que hubiera munición real en el plató. Lo curioso es que su versión contradice a lo dicho por el sheriff de Santa Fe, Adan Mendoza, en una conferencia de prensa el miércoles, ya que entre los objetos confiscados sí había balas verdaderas.

Las autoridades no se atreven a dar conclusiones en su investigación y barajan todos los escenarios posibles, incluida la imputación de alguno de los implicados en el rodaje del western 'Rust' que fue suspendido indefinidamente.