Daniel Sancho, hijo del actor español Rodolfo Sancho, está en prisión en Koh Samui (Tailandia) por el presunto asesinato y descuartizamiento de un cirujano plástico colombiano de 44 años llamado Edwin Arrieta. El abogado designado para su defensa es Khun Anan.

El cocinero pasará 10 días en un módulo de aislamiento por protocolo anti-COVID y duerme con otras personas. No todos tendrían colchonetas suficientes para descansar.

Daniel Sancho ya ha tenido contacto con su abogado y está en una zona algo más cómoda que el resto de reclusos. No será hasta que pase este período cuando se integre a las rutinas propias de la cárcel en la que se encuentra.

A Sancho ya le habrían cortado el pelo y le habrían facilitado la ropa para su estancia. Además está en contacto con la enfermería y habría pedido una serie de vitaminas, según declaraciones del director del centro.

No ha podido todavía mantener contacto con su padre, quien se encontraría también en la isla. No sería el único que ya se habría trasladado al lugar, también su madre, Silvia Bronchalo.

Daniel está consciente de lo que ha pasado, explica su abogado. Detallaban varios expertos a medios locales que esta investigación de la policía podría no ser demasiado larga debido al interés suscitado en el caso.

La defensa

No solo son muchas las evidencias que señalan a Daniel Sancho como presunto responsable del asesinato de Edwin Arrieta, sino que, además, hay que sumar las dos declaraciones en las que el propio detenido reconocía los hechos y se atribuía la autoría.

El objetivo de la defensa del hijo de Rodolfo Sancho es tratar que Daniel no cambie su ‘tranquila’ cárcel de Koh Samui, al sur del país, por la menos agradable de Bang Kwang, conocida como Bangkok Hilton por la enorme diferencia que existe con la cadena de hoteles de lujo, es el destino de la mayoría de extranjeros presos y de los criminales con condenas más complicadas.

Según relatan expertos a diversos medios, este penal es conocido por el hacinamiento de detenidos, la escasa y poco atractiva comida y la falta de acomodo para el calor extremo del trópico.

La pena de muerte puede ser cambiada a cadena perpetua

La legislación tailandesa sigue contemplando la pena de muerte en su ordenamiento. El Código Penal del país considera el homicidio y el asesinato como dos de los delitos más graves. Según el artículo 288 del citado texto legal, las penas a las que podría ser sentenciado Daniel Sancho van desde los 15 a 20 años de privación de libertad hasta cadena perpetua o pena de muerte. Dependerá de la gravedad y las circunstancias que considere el tribunal.

La pena capital, además, puede ser cambiada por cadena perpetua. Para ello, el condenado deberá dirigirse al rey Maha Vajiralongkorn para solicitarla.

Según fuentes judiciales, su inculpación ante la policía obedece a una estrategia para evitar la muerte. Además el acuerdo penitenciario internacional suscrito por España y Tailandia, si fuese condenado a una pena distinta de la capital o si esta fuese cambiada a cadena perpetua, podría solicitarse la extradición y cumplirla en España. No obstante, fuentes jurídicas aseguran que este proceso no es tan automático.