Se trata de un filme inspirado en la película japonesa del 2002 y exhibida con el título de Ju On. Dirige esta producción Nicolás Pesce y la desarrolla a través de tres historias.

La primera surge en Japón, cuando una mujer desaloja su casa y aparecen manos que salen de bolsas de basura para detenerla. En el 2005 una pareja de agentes inmobiliarios (Peter Spencer y Betty Gilpin) quiere vender una propiedad también maldita que está localizada en un villorrio estadounidense. Luego entra Muldoon como una joven madre, viuda, que empieza un nuevo trabajo: resolver un crimen relacionado con esa casa. También estará un matrimonio de ancianos cuya pareja masculina ha contratado a una mujer, Lorna Moody (Jackie Weaver) para que mate a su cónyuge debido a su deterioro mental, sufre demasiado.

Estas historias podrían, en un momento dado, confundir al espectador e impedir que el director genere un verdadero filme de suspenso, pues los sustos van dispersos en vez de generar un todo. Además, el enfoque se difunde entre estos personajes que gestan hechos repetitivos, lo cual no le sienta bien al largometraje. Sin embargo, esta estructura desordenada a ratos crea una cierta dosis de terror porque a momentos adquiere un tono majestuoso, reservado, como si estuviesen preparando las imágenes sobrenaturales que se ambicionan.

Pesce ha dirigido la película con dedicación, lo deja ver por su hábil utilización del color amarillo, de los grises arenosos, de los blancos inesperados y música apropiada, sin olvidar la iluminación que en determinado momento proviene de un televisor prendido.

También debe mencionarse la calidad de su elenco, todos ellos aportan con su actuación para hacer más llevadero los 94 minutos que dura la historia. No será la mejor película de terror, pero sí lo mantendrá entusiasmado por tratarse de un espectáculo inquietante. ***

EL ARGUMENTO

Una joven madre asesinó a su familia en su propio hogar. Tiempo después llega a ese vecindario una madre soltera, la detective Muldoon (Andrea Riseborough) y su hijo para alquilar una vivienda. Extraños acontecimientos hacen que busque al detective Goodman (Demian Bichir), juntos tratarán de investigar y resolver un extraño caso, pues afirman que la maldición en aquel hogar renace cuando alguien muere bajo el influjo de un sentimiento extremo de ira o profunda tristeza. Aquellos que reciben esta fuerza asesina, sobrenatural, mueren violentamente, dolorosamente y esa víctima se convierte en victimario de una interminable y creciente cadena de terror. Llegarán a descubrir que la casa está habitada por un fantasma vengativo: ‘Kayako’.