Britney Spears siempre ha sido cuestionada en sus redes sociales porque no lleva una vida normal de salir y divertirse con su esposo, Sam Asghari. Pero finalmente la cantante estadounidense decidió acudir con su marido a un restaurante para demostrarles a todos que hace lo que ella quiere. Sin embargo, según testigos, las cosas no salieron según lo planeado.

De acuerdo con el sitio web TMZ, Spears, quien estaba en la mesa con Asghari y su guardaespaldas, se comportó de manera muy extraña en un establecimiento situado en el barrio Woodland Hills.

Ante el acoso de la gente, sufrió una crisis nerviosa y terminó gritando. En el video compartido por el sitio, la llamada ‘princesa del pop’ aparece sentada en una de las mesas y, cuando se da cuenta de que varias personas le toman fotos, con sus celulares, se cubre la cara y, de repente, todo se sale de control.

Britney comenzó a gritar incoherencias: “Dijo cosas sin sentido, en otro idioma, palabras irreconocibles”, explicaron algunos comensales.

Su esposo se enojó con toda la situación y dejó el lugar muy molesto, abandonándola. Minutos después, Britney siguió sus pasos con su guardaespaldas, quien luego volvió para pagar la cuenta.

Luego de toda esta escena al estilo Jaume, la cantante se desahogó en Instagram a través de un video en el que aparece bailando el tema I touch myself de la banda Divinyls y mostrando el dedo medio, en una clara respuesta de descontento por lo sucedido.