Uno de los eventos más esperados durante la Semana Santa es el tradicional Baño de la Cruz, que lo ejecutan los pescadores en el balneario de Ballenita, en la provincia de Santa Elena. Ocurre cada Martes Santo, donde los artesanos llevan el madero de Cristo al mar y lo sumergen durante tres ocasiones.

Para los participantes, el rito representa el lavado de sus pecados en el océano. Otros consideran que es la forma de pedir a Dios protección, y que el mar no les cause ningún daño. Previo al acto religioso, los creyentes participan de una procesión con el rezo del viacrucis.

El recorrido es de seis kilómetros y este año se iniciará el martes 12 de abril, a las 14:00, desde la explanada de la catedral de Santa Elena.

José Yagual es uno de los pescadores que hace 30 años participa en la actividad. “Se siente como una renovación del alma, es algo inexplicable. Se debe hacer con devoción para recibir la transformación espiritual”, expresó Yagual.

En Ballenita, muchos de sus habitantes no conocen con exactitud cuándo se inició el acto religioso. El septuagenario Eleuterio Roca recuerda que en principio solo eran pescadores nativos los que bañaban la cruz, pero después el acto se difundió a tal punto que empezaron a llegar devotos de toda la península.

“Ahora llegan personas de los puertos de Manabí y Esmeraldas, también”, relató Roca.

El educador santaelenense, Hólger Santos, aseguró que durante su formación académica conoció al guatemalteco Natividad Ventura, quien llegó a Santa Elena a dictar unas conferencias en la época de Semana Santa.

Según Santos, en el país centroamericano se efectúa una práctica similar y Ventura era devoto de aquello, por eso pidió hacerlo en Santa Elena. El extranjero habló en ese entonces con el sacerdote Enrique Juhles para difundir el evento.

“Se pidió al Municipio para que mediante ordenanza se establezca que cada Martes Santo se efectúe el Baño de la Cruz, la disposición fue expedida en 1972”, comentó Santo al mostrar una copia del documento.

En el 2021, a pesar de la pandemia, sí se cumplió con este acto religioso. Fueron los sacerdotes de la Curia peninsular los que llevaron la cruz al mar y, aunque se pidió que no acudieran los devotos por las restricciones de la COVID-19, un gran número de feligreses estuvo presente.

En este 2022, que el ritual cumple medio siglo, la recién creada Diócesis de Santa Elena ha invitado a toda la feligresía católica para que concurra al evento.

La avenida Francisco Pizarro, que se utiliza para el recorrido de la cruz, será cerrada al tráfico vehicular desde las 13:00.

Luego del tradicional Baño de la Cruz, los asistentes participarán de la misa campal en la explanada de la iglesia Nuestra Señora de las Nubes, en el balneario de Ballenita.