Tal como EXPRESO lo había contado hace varios meses, los moradores de Sauces 1 y Garzota 1, en el norte de Guayaquil, clamaban por un semáforo o un paso peatonal que les permita cruzar la transitada avenida Agustín Freire.

Como parte del lamentable historial de esa calle, al menos ocho personas habían fallecido en los últimos cinco años. Estas víctimas, según relataron los testigos, buscaban cruzar la calle corriendo, pero no lo lograron por la velocidad de los autos.

Finalmente, luego de varios años de lucha y críticas por lo que calificaban como “indiferencia de parte de la Alcaldía y la ATM”, a inicios de esta semana la Agencia de Tránsito y Movilidad de Guayaquil (ATM) colocó dos cruces semaforizados entre las calles Guillermo Pareja Rolando e Isidro Ayora

“Justo pusieron uno cerca del lugar en el que falleció la última víctima, en el templo adventista. El funcionamiento de los semáforos viene bien, pues de La Garzota vienen a la iglesia San Miguel Arcángel. También personas van a los cursos gratuitos de taichí, en el centro comercial”, señala la moradora Nelly Velasco.

“Desde 2019 se presentaron varios petitorios a la ATM y se recogieron firmas. Fue un trabajo en conjunto de moradores, la iglesia, escuelas y el centro comercial del sector; pero de no ser por la ayuda de Diario EXPRESO, esto no se mueve, allí nos hicieron caso”, expresa Alexandra Laborde, presidenta del consejo barrial de Sauces 1.

Sin embargo, pese a la implementación de los semáforos, ya se han cometido nuevas infracciones. Christian Velásquez trabaja en un restaurante frente a la vía y vive por la zona. Afirma que los motorizados, para acortar camino de un carril a otro en la Agustín Freire, invaden la zona central del peatón.

“No hay cultura vial”, lamenta Velasco, quien añade que también es necesario que se pinten los respectivos pasos cebra que determinen hasta dónde pueden llegar los automotores.

“No hay que confiarse del todo, pues los conductores como que no se dan cuenta de estos nuevos semáforos y se quieren ir de largo. El peatón debe ir con precaución”, advierte Velásquez.

Cecilia Rodríguez reside desde hace 43 años en Sauces 1. Hace una década no cruzaba la avenida Agustín Freire, cerca del Garzocentro Shopping. Le daban miedo los vehículos (pesados y livianos) que pasaban por la vía. No obstante, la mujer de 60 años, quien padece de poliomielitis, pasó del susto a la alegría. Su voz y la de sus vecinos fueron escuchadas y ahora siente algo de tranquilidad, asevera.

“Me da gusto haber combatido la indiferencia frente al tema. Al fin podremos tener algo de paz al movilizarnos”, dice Cecilia Mora, también residente