Pese a que hay una reducción de casos de coronavirus esta semana en Guayaquil, cinco muertes a causa de la enfermedad también se han registrado. Este hecho llama la atención de la ciudadanía que, al igual que la semana anterior, exhorta a que se use la mascarilla en espacios cerrados y que se haga controles. La comunidad denuncia que pocas personas la usan, aun si están en centros comerciales, en donde por la época festiva son comunes las aglomeraciones. 

En la semana 45, detalla un comunicado emitido por la Mesa Técnica de Salud este 20 de diciembre, se registraron 320 casos confirmados, mientras que en la semana se presentan 1.720 casos y en la semana 50 hay 1.441 confirmados; lo que indica que se ha producido un pequeño descenso de contagios en la ciudad. Los pacientes en los cuales más se está presentando contagios son adultos mayores, personas con enfermedades catastróficas y niños.

"Esta semana registra 5 nuevos fallecimientos debido a esta causa. Estas muertes se suman a los 5 fallecidos en la semana 49. Todos los fallecimientos son de pacientes con esquemas incompletos de vacunas, además se encuentran 12 pacientes internados en las áreas Covid de los hospitales de la ciudad y 2 pacientes se encuentran en áreas UCI", dice el informe.

Para Daniela Bermeo, guayaquileña, frente a este escenario urge que los controles aumenten o sean rígidos para evitar que la situación no se complique. "Este fin de semana visité tres centros comerciales guayaquileños y mi familia y yo éramos los únicos con mascarilla. Fuimos los lunares de una multitud de gente, incluidos adultos mayores, que se paseaban sin portar nada. Como también es época de gripe, muchos estornudaban y tosían. ¿Es normal que la gente sea inconsciente? No lo sé. Pero al menos las administraciones de cada espacio deben velar porque eso se cumple. Y es que hay quienes entran con ella y luego se las sacan. ¿Qué le pasa a la gente?", cuestionó. 

Ana María Valenzuela, guayaquileña de 27 años, coincide con ello y apunta también a lo que se ve en los mercados, las tiendas del centro de la ciudad, la Metrovía y los buses de transporte público. "En todos estos espacios, el virus está que hace fiesta. Nadie usa el cubrebocas. Sé que es molestoso, sí, es horrible. Pero veamos como están otros países y reaccionemos. Al menos, vacúnense", señaló Valenzuela, que ayer se colocó la cuarta dosis de refuerzo. 

"Estuve reacia. Siempre dije que con la tercera era más que suficiente; pero al ver este pequeño repunte, decidí inmunizarme. Hago un llamado a que los demás hagan lo mismo. Al menos a que se coloquen la primera y segunda dosis, hay quienes no tienen ni una sola dosis", indicó.