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Desde el domingo 20 de octubre, los malecones permitirán el ingreso de las mascotasCortesía

Pitbulls y rottweilers: vetados en el Malecón

Propietarios y expertos en animales están en contra de la medida, pues dicen que es discriminar a dos razas por una ‘mala reputación’.

María Teresa Benites se ‘enamoró’ de Baco en cuanto lo vio, hace seis años. El cachorro de pitbull llegó a su hogar cuando tenía dos meses de nacido. Confiesa que, cuando escuchó que era de esa raza, tenía miedo porque lo ligaba con la agresividad. Pero luego de investigar, de conocer y educar a su mascota, puede asegurar que eso solo queda en una ‘mala fama’.

Por eso, cuando se enteró de que los pitbulls y los rottweilers eran las dos únicas razas que tenían prohibido el ingreso al Malecón Simón Bolívar y el Malecón del Salado, pensó que era una injusticia. De hecho, la palabra “injusta”, la usaron una veterinaria y una animalista, para describir la medida.

Desde el pasado domingo 20 de octubre de 2019, por una disposición del Municipio de Guayaquil, todos los domingos —excepto feriados—, los ciudadanos que tengan mascotas podrán llevarlos a pasear a los malecones. Antes de esta fecha, estaba prohibido su ingreso. Las dos únicas razas que fueron vetadas son los pitbulls y los rottweilers.

En la entrada a las áreas hay letreros con 14 obligatoriedades y restricciones, entre ellas, la prohibición que, a criterio de la veterinaria Adriana Trujillo, es curiosa. Ella tiene 9 años de experiencia e, irónicamente, ha detectado mayores niveles de agresividad en perros de razas pequeñas como los pinscher miniatura y los chihuahua.

La percepción de peligrosidad en pitbulls y rottweilers, explica, radica en sus características físicas que son más poderosas que otros perros, pero insiste en que todo depende de la crianza. Le parece curioso el veto a estas dos razas, teniendo en cuenta que hay otras variedades de perros grandes que tienen similitudes con ellas, como los golden retriever, mastín napolitano, fila brasilero, bull terrier, american bully y otras razas que son de porte grande. “Tienen mucho potencial para ser peligrosos, pero dependerán la crianza y del dueño”, añade.

A su parecer, la restricción es injustificada y, en tal caso, debió hacerse con todas las razas grandes. Pero cree que la mejor salida era dejarlos ingresar, pero con un bozal.

Foto: consumer.es
Foto: consumer.es

¿Qué perros sí son agresivos?

Trujillo descarta que la agresividad en los perros tenga que ver con una raza en particular. Detalla que, por lo general, los caninos agresivos son: perros que han sido confinados a espacios pequeños, que han sido amarrados, que no han tenido contacto adecuado con otros perros desde cachorros, que no drenan adecuadamente su energía o que han sido utilizados para peleas.

La experta ve como positiva la iniciativa municipal porque así se abren más espacios ‘Pet friendly’ (amigables con las mascotas), pero considera que esta debe de estar acompañada de una campaña de educación que abarque, entre otras situaciones, al manejo de perros agresivos en la vía pública. “Hay que hacerle saber a la gente de la importancia de recoger las heces de nuestras mascotas, de por qué sacarlos con bozales adecuados que no los lastimen. Hay muchos tips para que las mascotas no se vuelvan agresivas”, menciona.

Ella indica que hay cuatro puntos básicos que se necesitan tener en cuenta cuando se adopta un perro grande, de raza malhumorada o con inclinación a la agresividad: comida, ejercicio, cariño y disciplina. Denisse Caballerro, fundadora de la Fundación ‘Yo amo animales’, se detiene en el último punto y reitera de la importancia de educar al animalito.

A ella también le parece injusta la medida respecto a pitubulls y rottweilers porque reitera que su comportamiento no depende de su raza, sino de su educación. “Nosotros hemos rescatado pitbulls y rottweilers que han sido maltratados, abusados, pero aún así se han convertido en perros dóciles”.

En la fundación, comenta, se dieron cuenta de la importancia de educar al can y tienen una campaña de entrenamientos a bajo costo, puesto a que este tipo de clases suelen ser costosas. “Nosotros hemos tenido pitbulls en los cursos y han sido, incluso, más dóciles que las razas pequeñas”, recuerda y describe a la medida como “exagerada”.

Ella tiene una preocupación a largo plazo. Que esta restricción sirva para seguir difundiendo el miedo infundado que existe hacia estas razas y aumenten los índices de abandono en la ciudad. Pone a disposición el mail de la fundación para información sobre los cursos, que los da el entrenador Luis Torres, y para otras dudas respecto a la adopción de mascotas yoamoanimales@yahoo.com. Los entrenamientos se realizaran los fines de semana en el parque Samanes, de Guayaquil.