Como una costumbre religiosa, todos los Domingos de Ramos de cada año, las familias católicas del mundo hacen bendecir una palma de cera como de homenaje a una divinidad; sin embargo  el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica presentó la campaña “Tradición y Conservación van de la mano”; que rige para todo el Ecuador.

Según explicó en un comunicado, el objetivo apunta a que en esa fecha se evite el uso de la palma de cera, ya que se caracteriza por su lento crecimiento, que requiere más de 80 años para iniciar su ciclo reproductivo y puede superar los 200 años de edad.

Frente a ello, en la ciudad hay quienes apoyan la iniciativa para evitar daños al medioambiente, y quienes se resisten, en cambio, alegando que por tradición y el tiempo que los ramos perduran en casa, se debería permitir al menos que se utilice cierta cantidad de palma de cera.

Esta campaña es impulsada desde hace 16 años para evitar la comercialización de este recurso y a la vez dar alternativas de materiales para la elaboración de los ramos, sin embargo muchos comerciantes hacen caso omiso y el día de la celebración los venden en las iglesias.

Según el art. 247 del Código Orgánico Integral Penal, la recolección, extracción y comercialización de palma de cera se sanciona con pena privativa de libertad de uno a tres años.

Desde el 2012, la máxima Autoridad Ambiental, con el objetivo de recuperar sectores afectados por la reducción paulatina de palmas de cera ha reforestado siete hectáreas en los cantones de Pallatanga y Colta, provincia de Chimborazo. Cada año alrededor de 2000 personas entre estudiantes, sociedad civil, inspectores honoríficos y UPMA colaboran con el control in situ durante estas fechas.

Aura Peñafiel, quien habita en la Alborada, invita a los feligreses que opten por otro tipo de arreglos. “Lo importante es la ceremonia, que llevemos un ramito que no ponga en riesgo a la naturaleza, es válido. Una doble buena acción en estos tiempos”, precisó.