En la misma zona de la vía a Salitre, en Daule, donde murió hace ocho meses un joven y cuyo cuerpo quedó oculto entre la maleza, la vegetación sigue creciendo y hasta la fecha no tiene el mantenimiento que los moradores han pedido por años.

“Aquí es fácil que se oculte cualquier pillo y asalte a quienes volvemos del trabajo o salimos a trotar por la noche. Cualquiera diría que la solución es ‘no salir’, pero eso no debe ser así, no tengo por qué encerrarme en mi casa, cuando debería poder sentirme seguro en cualquier lugar”, asevera Camilo Álvarez, residente de Málaga 2.

Por esta razón, los ciudadanos consideran que en este tramo que se ha convertido en una ‘selva miniatura’, se deben destinar fondos para crear al menos una vereda o un tramo para ciclismo.

Hoy, apenas un pequeño espacio, no mayor a los 50 centímetros, divide la maleza de la acera por donde pasan a diario camiones, buses y vehículos, dando al peatón un espacio reducido para caminar por la zona. “O te metes al monte, donde te sale cualquier animal o te sales a la principal, donde te puede arrollar un carro”, dice Ignacio Arroyo, quien vive en Cataluña.

A juicio de la comunidad, el abandono solo significa que esto atraerá a más antisociales que se puedan aprovechar del abandono. “Por suerte las luminarias están funcionando, pero faltan cámaras, no hay un tramo seguro para cruzar. No podemos quedar más tiempo así, necesitamos que la Prefectura o la Alcaldía estén al mando de esta regeneración y mantenimiento que urge”, reclama Carla Franco, residente de Cataluña.