Los dueños de los negocios apostados en la ciudadela Adace, que colindan con la avenida Juan Tanca Marengo, en el norte de la ciudad, dicen sentirse acorralados por la inseguridad que cada día se acentúa.

Sostienen que tiendas, laboratorios clínicos, locales de venta de repuestos de vehículos o empresas que prestan diferentes servicios, han sido víctimas de la delincuencia.

La empleada de uno de los negocios indica que en el sector los ladrones rondan a todas horas y cuestiona el escaso patrullaje de la Policía.

“Los delincuentes se sustraen las memorias de los carros y también se robaron los vehículos de los empleados de los negocios ubicados en la avenida Eduardo Manrique y calle Sexta”.

Miembros de la Policía aseguran que realizan rondas constantes, a pesar de que la ciudadela Adace no está considerada por los uniformados como un sector conflictivo.

Los perjudicados han colocado cámaras de videovigilancia, botones de pánico, rejas, puertas eléctricas, pero estas acciones han sido insuficientes para detener a los delincuentes.