Las instalaciones que deberán desalojar los estudiantes del colegio fiscal Francisco Huerta Rendón, donde funcionó por más de 20 años, será la nueva casa de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Guayaquil.

El local, que se encuentra ubicado en la avenida Las Aguas, norte de la ciudad y que pertenece a la Universidad de Guayaquil, desde la semana pasada ha sido centro de protestas por parte de padres de familia que se oponen al desalojo de los 1.100 alumnos secundarios, debido a que no saben cuál será el futuro de estos en el siguiente año lectivo que empezará en mayo.

Este lunes 4 de abril, los representantes de los estudiantes realizaron una protesta en los exteriores del centro de educación superior. 

El objetivo de ellos era dialogar con el rector, Francisco Morán, para pedirle que deje insubsistente la orden que establece la entrega del local por parte de los directivos del colegio, que tiene más de 50 años de trayectoria. Sin embargo, no lograron el objetivo.

El lunes de la semana pasada, las autoridades educativas también indicaron que dialogarían con sus similares de la alma mater para lograr un acuerdo que permita, a los jóvenes y adolescentes de octavo a tercero de bachillerato, continuar estudiando en el mismo local. Pero hasta el momento no hay resultados.

Pese a que el rector de la universidad no ha querido pronunciarse sobre el pedido de los padres de familia, a través de las redes sociales de la institución, ha dado a conocer que en el mencionado local funcionarán las facultades de Ciencias Agrarias y la de Filosofía. A esta última estaba anexado el colegio que ahora es desalojado.

Los maestros que laboraban en el colegio Huerta Rendón  eran proporcionados por la Universidad de Guayaquil, dentro de un convenio de prácticas docentes entre el Ministerio de Educación y la Facultad de Filosofía.