La inseguridad que vive Guayaquil y la preocupación que tiene la ciudadanía ante la ola delictiva que cada día crece es un tema que a lo largo de estos años ha estado en la agenda de las administraciones. Y el pasado 9 de Octubre nuevamente formó parte del discurso de la alcaldesa Cynthia Viteri, quien aprovechó para demandar del Gobierno central ya no reuniones, sino acciones en torno a esa problemática.

Viteri dijo que la ciudad está dispuesta a pelear como siempre, pero para ello el Estado debe asignar los recursos necesarios para enfrentar la lucha contra la seguridad.

Lasso respondió que su Gobierno tiene un arma contra la inseguridad. Se refirió a la consulta popular que permitirá redoblar el apoyo y fortalecer las capacidades operativas de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional en su lucha contra el narcotráfico y la delincuencia.

Dijo que en las próximas semanas se aumentará el número de policías en la Zona 8, que incluye Guayaquil, Durán y Samborondón.

Analistas políticos, líderes barriales y ciudadanía en general, comentaron a EXPRESO que el tema de inseguridad exige resultados y no discursos que no conllevan a la solución del problema. Coinciden en que se debe convocar a un debate nacional serio, al margen de la política, donde los grandes voceros sean la academia y la sociedad.

Oswaldo Moreno, analista político, propone que la academia y la sociedad civil presenten propuestas en materia de seguridad. “Hay que darle luces al Gobierno que ha dado clara muestra de ineficacia en el manejo de la seguridad que se refleja en cifras alarmantes a nivel nacional”, menciona.

Moreno cree que ya es hora de presionar al Gobierno para que dé resultados positivos en este campo. “No podemos esperar hasta llegar a la consulta popular, porque la gente se está muriendo por las esquinas. Hay que analizar qué pasó y qué se hizo desde el 2016 hasta el 2018 para mantener las cifras bajas en inseguridad y qué no se ha hecho ahora cuando el 2022 cerrará con el récord histórico de muerte violenta”, agregó.

Marcos León, experto en seguridad, sostiene que para combatir la delincuencia se necesita contar con personas que tengan liderazgo, conocimiento y el empoderamiento para ejecutar esta tarea. “Es importante depurar y equipar a la Policía, tener verdaderas cárceles y un sistema judicial honesto. Pero también se necesita un trabajo estructurado y un ente coordinador de la seguridad para que el crimen organizado no baile en las narices de la autoridad”, resalta.

El sociólogo Milton Constante menciona que poner más policías en las calles es solo un complemento en la lucha contra la delincuencia. “Hay que invertir en proyectos de inteligencia criminal que adviertan sobre lo que va a pasar, que sepan cuáles son los principales movimientos de las grandes bandas criminales que operan, por ejemplo, en las cárceles”, sostiene.

Carlos Bastidas, líder barrial del sector Las Orquídeas, no cree que la solución a la delincuencia sea extraditar a ecuatorianos que cometan delitos vinculados, especialmente, al narcotráfico. “Colombia es el país que más extradita y no ha logrado superar los problemas. En Ecuador se necesita que las grandes propuestas vengan de la sociedad civil y de la academia”, puntualiza.