La idea de que Guayaquil recupere su historia e identidad es uno de los grandes logros alcanzados en este 2022. Así lo han hecho saber los ciudadanos y decenas de arquitectos y urbanistas nacionales e internacionales que aplauden la iniciativa que tuvo EXPRESO al lanzar el concurso de ideas ‘Rescate de la avenida Nueve de Octubre y Casco Comercial’; que pretende precisamente revivir este sector. Hoy, este Diario dialoga con el también arquitecto y urbanista sobre el impacto del torneo, al que se han inscrito alrededor de 70 equipos.

Teniendo en cuenta que este tipo de concursos no se hacen en la ciudad, que no existe tampoco la tradición de plantearlos; que haya ese número de postulantes, ¿qué evidencia?

Primero una sorpresa, porque superó ampliamente la expectativa. Esto nos hace ver que la gente quiere aportar a la transformación de una ciudad y que está abierta a este tipo de proyectos. Este concurso que lanza EXPRESO marca un precedente y es un ejemplo a tomar en otras ciudades. De hecho, desde que el concurso se hizo público y ante la falta de propuestas claras también en otras ciudades, nos han escrito para solicitar a este Diario que replique el torneo en otros lados de la Sierra; de Salinas, en Santa Elena. Por lo tanto este es el comienzo, no solo para el Diario, sino también para otras instancias, de ir construyendo una ciudad de la mano de sus ciudadanos. La ciudadanía está ávida de expresarse. 

La participación ciudadana es un enunciado que no se ha concretado con políticas claves y operativas. EXPRESO ha sido sensible a este tema, abrió estas puertas y marcó el inicio de todo. ¿Por qué la necesidad de que exista un proyecto que intervenga el centro? Porque como en toda ciudad, el centro es su espacio simbólico. El centro, hablando del de Guayaquil, es un punto histórico, el origen de la ciudad; el lugar donde se conserva el carácter barrial, por ser esta zona donde, al menos en el día, la gente se encuentra y relaciona, donde hallas de todo y se expresan las principales actividades administrativas, financieras, comerciales. La gente, por lo tanto, siempre vuelve, pero por ratos. Rescatarlo entonces implicaría recuperar la esencia real de Guayaquil. Allí está la ciudad. Hay propuestas muy buenas que nos han empezado a hacer llegar. Lo ideal es que, al final, quienes estén en los gobiernos municipales acojan estas propuestas y las implementen.

¿Qué ganarían al hacerlo?

Primero, entenderían que hay muchos aspectos en la ciudad a la que representan de los que ni siquiera se han percatado. Posiblemente las autoridades están tan enfrascadas en asuntos burocráticos que no se han dado cuenta de que hace falta repensar la ciudad y escuchar las ideas de su gente. Este concurso les daría además propuestas viables, hechas por profesionales que podrán simplemente acoger.

¿Acoger determinado o determinados proyectos revertirá el escenario desolado que afecta al corazón de la ciudad?

Lo haría. Habría vida, gente paseando, recorriendo el lugar; y habría todavía más vida y comunidad si a esta zona llegan proyectos de vivienda. Podríamos apuntar a toda la gente que trabaja en esa zona, y las inmobiliarias podrían llegar a acuerdos con el Cabildo, que podría también quitar impuestos en la medida en la que le apuesten al desarrollo en esa zona. El proceso sin duda tomará su tiempo, pero hay que empezarlo y definitivamente es la administración municipal la encargada y responsable de llevarlo a cabo. Los proyectos de los profesionales están llenos de sorpresas. Ya veremos los resultados en los próximos meses.