Al paso peatonal de la avenida Joaquín José Orrantia no se le da el suficiente uso. Pese al alto tráfico de personas en la zona, los ciudadanos optan por cruzar la calle y no tomar un camino más seguro por esta estructura. Los conductores piden que usen el puente y así no se interrumpa el flujo vehicular.

"Uno va en esta vía a velocidad y porque una persona decide no utilizar el puente, puede desgraciarle la vida al conductor que iba tranquilo por su camino", señala Jaime Freire, conductor.

Esta no es la única molestia de quienes van al volante en el Gran Guayaquil. En las zonas residenciales como la vía de Villa Club y La Joya, los conductores se quejan de la presencia de varios baches en las calles dentro de de las mismas.

"Han arreglado, pero esos bacheos no duran ni cuatro meses y vuelve a estar en mal estado la acera", asegura Adrián Toledo, residente de Villa Club.

Mientras que los vecinos de las calles Costanera e Higueras requieren que las labores de construcción no queden inconclusas. Que estas obras no finalicen imposibilita el uso de los espacios para parqueo de la zona. Los residentes señalan que los trabajos llevan cuatro meses sin terminar y solo han traído más malestar que soluciones.

La seguridad es otra de las necesidades que demandan los guayaquileños. En el Barrio del Seguro, los moradores exigen mayor presencia de cámaras, en especial por las calles México y Doctor Michael E. Connor. Pues los residentes señalan que hay más frecuencia de robos en esta zona. "No solo necesitamos más cámaras, también más ronda policial en estas calles ¡No nos pueden seguir dejando solos ante la delincuencia!", exclama Sebastián Flores, habitante de este barrio.

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