Ahora que a la familia le toca estar 24/7 en casa pueden manifestarse disfuncionalidades, y esto, acarrear estrés, problemas de comunicación, deterioro de la relación entre los miembros y terminar en ambientes violentos o depresivos.

La concejala Úrsula Strenge ofrece esta explicación para justificar un programa de asistencia psicológica vía telefónica que se puso desde ayer en ejecución, en el que participan alrededor de 80 profesionales de la rama, incluso ella.

“Esta crisis que vivimos es una oportunidad para entender qué nos está tratando de decir este momento. No lo podemos hacer desde nuestros consultorios, pero esta ayuda pretende amortiguar el impacto emocional”, explica.

Strenge conoce ya de parejas que están aprendiendo a comunicarse de manera más óptima, e indice que las crisis son oportunidades de entender nuevas formas de adaptarnos, y que si bien hay gente que logra hacerlo por su cuenta, otros necesitan ayuda profesional.

La crisis sanitaria, añade, golpea no solo a la economía, sino a las emociones. “Hay personas que viven del día a día y tener conflictos económicos las pone indispuestas, al punto de somatizar (convertir los trastornos psíquicos en síntomas orgánicos y funcionales) y redundar en gastristis, migrañas e hipertensión, por la presión exterior generada.

Otras manifestaciones de este tipo de situaciones son la furia, la ira y la depresión, asegura la concejala, quien también es psicóloga.

Esta es una iniciativa que está apoyada por el Colegio de Psicólogos Ecuatorianos. El número disponible para este servicio es 04-372-7830.