Las clausuras no cesan en Guayaquil. Tres restobares recibieron esa sanción, el fin de semana anterior, tras un operativo de control realizado por la dirección de Justicia y Vigilancia del Municipio, por exceder el horario de atención establecido (hasta las 00:00). 

De acuerdo con la entidad, los establecimientos también superaron el aforo permitido, que es del 30% y, a puerta cerrada, continuaban atendiendo después de la medianoche sin cumplir con las medidas de bioseguridad para evitar la propagación del coronavirus. 

Además de la clausura, los propietarios recibieron una multa de un salario básico unificado.  

Mientras que en las calles Guaranda y Argentina una fuente de soda recibió otro sello de clausura por exceso de ruido. Delegados de Justicia y Vigilancia junto a la Policía Nacional y la Intendencia de Policía, desalojaron la aglomeración de personas que se encontraba libando en la vía pública, celebrando la quema de dos monigotes gigantes en las intersecciones de Alfredo Valenzuela y Calichuchima y Octava y Oriente.

La noche del pasado viernes, el Cabildo ejecutó otro operativo en el que clausuró a un predio donde se ejecutaba un bingo clandestino con 200 personas en su interior. El hecho ocurrió en las calles Quisquís, entre Pedro Moncayo y Quito, centro de Guayaquil. 

Pero no fue le único. En otro local, en Junín y Pedro Moncayo,  también se desarrollaba otro bingo con la misma cantidad de personas.