Lo que parecía una buena temporada para recuperarse definitivamente de la crisis económica que generó la pandemia de la COVID-19; hoy, los cambios viales frustran los planes que tenían propietarios de los 27 restaurantes ubicados a lo largo de Mercado del Río, en el Malecón 2000, zona turística de la ciudad.

El cambio de dirección de un tramo del carril de la calle Colón, que conecta con la avenida Malecón Simón Bolívar (sentido oeste-este), no solo ha colapsado el tránsito vehicular en la zona, sino que ya genera pérdidas en los negocios.

“Yo tenía tres reservaciones ayer (jueves): una de 35, otra de 14 y una de 12 (personas). Me las cancelaron todas porque no hay cómo parquearse. Las reservaciones eran en la noche; una de ellas, de personas de la tercera edad (...) antes de comer pensaban en cómo iban a venir y regresar (al parqueadero de la calle Olmedo)...”, cuenta Wilson Andrade, propietario de la Balandra, un restaurante de mariscos, quien además pierde las alternativas de los menús como el ‘torneo de lomo con champiñones’. “Me quedo con todo eso guindado, con los postres y todo lo que se produjo, las guarniciones”, mencionó con indignación.

Nicolás Romero, director de este espacio gastronómico de Guayaquil, señala que han solicitado muchas veces a la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) que no se hagan esos cierres o cambios de dirección de la calle Colón, porque no solo los perjudica a ellos, sino a todos los negocios de la parte sur del Malecón 2000.

“Cuando cierra esto crea un colapso en la calle Olmedo (...) lo que tienen que hacer es facilitar la llegada de los comensales, desde cualquier punto, más aún que es un sitio turístico, icónico; y, sobre todo, que se probó que no hay ninguna congestión (si no se cambia ese tramo de la calle Colón) y que, al contrario, hubo mejor flujo”, dice Romero, quien observa una mayor afectación en estos días por el cierre temporal de la avenida Malecón, desde las seis de la tarde. A través de un comunicado, la ATM informó del cierre vial temporal de seis sectores del centro, donde se realizará el evento Puerto de Luz, organizado por el Municipio y que durará hasta este domingo.

Algo que desconocían los empresarios, quienes señalan que las autoridades no socializan esos cierres de calles, lo que les afecta en gran medida. “En una ciudad de tres millones de habitantes, cerrar esa cantidad de calles que son el corazón de la ciudad, de cuyo flujo vivimos muchísimos comerciantes, nos parte”, extremó Romero. A su lado, Andrade confiesa que con la pandemia sufrieron “cualquier cantidad”, pero salieron adelante. Sin embargo, “cinco cierres del Malecón, y justo cuando estamos esperando diciembre para poder recuperarnos un poco, nos dan este ‘batatazo’, que nos cierran todo un fin de semana, es muy duro”.

Patricio Saavedra, del Bar la Cava, califica la situación como “fatal”. “Desde ayer (jueves) que comenzó el cierre de la vía ha disminuido una fatalidad la clientela, mucha gente no avanza al Malecón, opta por tomar otros lugares, porque es difícil ingresar al parqueo de esta área comercial”.