Una exposición artística fue llevada a cabo en el hogar Corazón de Jesús , en Guayaquil, pero no se trató de pinturas o esculturas de maestros artesanos, sino una exposición sencilla de fotos, pero cautivante de los adultos mayores del hogar San Pedro de Alausí. 

A través de la exposición  'Rostros que Dejan Huellas', se buscó plasmar los años de experiencia y vida de los 26 adultos mayores del Hogar San Pedro de Alausí que fueron trasladados hasta el Puerto Principal por la Junta de Beneficencia de Guayaquil, tras el deslave ocurrido a finales de marzo de 2023, que puso en riesgo la edificación en la que residían.

Sin embargo, este proyecto ya había comenzado a moverse desde antes de la tragedia ocurrida en esa localidad. El trabajo fue realizado por el fotógrafo Jairo Rosales, y fue expuesto este 24 de octubre a los miembros del centro y visitantes, a forma de homenaje de la vida de estos adultos mayores y para dar a conocer la huella que han dejado en los trabajadores de este hogar de retiro.

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Los psicólogos y ayudantes de la casa relatan cómo cada uno, pese a presentar, en algunos casos, mutismo, limitado movimiento y poca lucidez han sido capaces de hacerles experimentar alegría con cada paso o actividad nueva que han realizado.

Cada cuadro muestra las expresiones faciales que tienen en un día cotidiano cada uno de los adultos mayores.

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“Muchos se muestran riendo, felices, me da alegría ver sus rostros felices y saber que pese a toda adversidad, aún se puede disfrutar de la vida”, comenta Martha Solorzano, ciudadana que vino a visitar esta exposición.

Los modelos, pese a permanecer sentados, disfrutaron de la actividad. EXPRESO pudo ver como sonreían con cada visita que entraba a la sala donde exhibieron sus rostros.

Pese a mostrar las risas y expresiones de las 26 personas, solo contaron con la presencia de 23 de ellos, pues tres de ellos fallecieron entre mayo y septiembre de este año, por lo que en honor a ellos, en una esquina de sus fotos se colocó un listón negro.

La mayoría de los adultos mayores llegaron hace una década al hogar de retiro en Alausí, no con ayuda de sus familiares, sino por gente de su barrio o conocidos que, al ver su deterioro físico, optaron por trasladarlos a las instalaciones donde vivieron por años. Está previsto que retornen a su localidad durante los primeros días de diciembre. La Junta de Beneficencia de Guayaquil está reparando el que fue su hogar por años. .

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