Sebastián Guayasamín tiene razones para soñar con el podio. El piloto, de 42 años, representará a Ecuador en la edición 45.ª del Rally Dakar, que se realizará del 31 de diciembre al 15 de enero del 2023 y que por cuarta ocasión tendrá como sede Arabia Saudita.

Es su novena aventura. A lo largo de estos años, él ha acumulado mucha experiencia. Y, como lo asegura, eso es vital en este tipo de competencias.

También siente que ha vivido un ascenso constante en su carrera. “En esta aventura del Dakar fuimos por etapas. Lo primero era lograr un espacio para correr en autos. Fui el primero del país y eso me llena de orgullo”, empieza.

Solamente después de tres intentos pudo completar una edición. En sus primeras aventuras pagó la factura de su inexperiencia y de su limitado presupuesto.

Entonces empezaron las apuestas. Cambió de marca, de categoría, de patrocinadores y los resultados fueron variables hasta que obtuvo un cuarto lugar, que es su mejor carta de presentación.

Además, se arriesgó un par de veces y no terminó bien. “Me fui a una categoría más grande y me costó mucho. Nos tocó reestructurar algunas cosas”.

Pero esta vez, tras un nuevo cambio de división, está convencido de que podrá sacar ventaja. “Pasamos a una categoría que está creciendo y donde casi todos tendrán el mismo motor. Aquí pesará más la experiencia de las personas. Estoy seguro de que fue una decisión inteligente”, agrega.

Estará en la categoría T4, a bordo de un CAN-AM del equipo South Racing, una de las estructuras más importantes del rally raid a nivel mundial.

Y Guayasamín tiene razón. En esta categoría hay ciertos detalles que ponen a todos los pilotos en condiciones similares. Por ejemplo, en velocidad máxima solo pueden llegar hasta los 135 kilómetros por hora. Básicamente, los pilotos quedan fuera de combate por pérdida o por daño de su vehículo.

El ecuatoriano no tendrá muchos problemas por los daños, ya que su equipo cuenta con un alto presupuesto. Incluso, bromeando comentó que podría destrozar un auto diario y no habría problema.

Y tampoco prevé tener alguna sorpresa en la navegación, ya que por tercer año consecutivo el argentino Ricardo Torlaschi será su copiloto.

Él realizó su entrenamiento en Argentina y dice que está listo para esta revancha. Aún recuerda cuando un accidente los sacó del podio en la edición pasada.

“Serán muchos kilómetros de competencia y de buena navegación, resistencia y cabeza fría para enfrentar las zonas de dunas gigantescas que tiene Arabia. La organización para este año ha preparado para el final del rally la etapa maratón, en la que no contamos con asistencia mecánica y nuestra resistencia estará a prueba”, explica Torlaschi.