El camino hacia el decimotercer Roland Garros de Rafael Nadal no transitará por la primavera parisiense, como es costumbre, lo que obligará al número 2 del mundo, quien ha reinado sobre la tierra batida en los tres últimos lustros, a afrontar un nuevo reto: ganar su torneo favorito en condiciones de extrema vigilancia sanitaria por el coronavirus.

A diferencia de años atrás, solo 1.000 espectadores podrán entrar cada día a un recinto que no mostrará el bullicio de ocasiones anteriores, pero que dejará ver el recién construido techo retráctil de la pista central.

En busca de su vigésimo Grand Slam, que le igualaría con el suizo Roger Federer, el tenista español tendrá que poner a prueba su capacidad de adaptación.

La derrota de la semana pasada en el Masters 1000 de Roma contra el argentino Diego Schwartzman dejó claro que para él no será este un paseo. Por vez primera, desembarcará en el Grand Slam de tierra sin ningún torneo en su palmarés sobre esa superficie.

Y es que la temporada irregular ha perturbado la preparación de todos los tenistas y, en el caso de Nadal, su tradicional planificación que conducía siempre a París.

Frente al español, el serbio Novak Djokovic, quien conservará el número 1 del mundo pase lo que pase en esta quincena, aparece como su principal rival. Su victoria en Roma vuelve a posicionarlo como el tenista completo que es, con la asignatura pendiente de arrebatarle a Nadal este Grand Slam.

Si Nole levanta el trofeo, sería la segunda Copa de los Mosqueteros para el serbio, el grande que menos veces ha celebrado, una espina clavada en su ambición que, de nuevo, buscará sacarse este año. De conseguirlo, sumaría 18 grandes y se quedaría a uno de Nadal.

Vale recordar que el año pasado, Djokovic tropezó con el austríaco Dominic Thiem, quien disputó así su segunda final consecutiva contra Nadal, un partido que este año no podrá repetirse porque sus caminos se cruzan recién en semifinales.

Precisamente Thiem, el reciente ganador del Abierto de Estados Unidos, demostró en Nueva York que es el aspirante más serio a desafiar el dominio de los dos gigantes.

Otro de los serios postulantes es el ruso Daniil Medvedev, quien sin embargo ha tenido una temporada muy irregular, por lo que ahora tiene una oportunidad de regresar al nivel del año pasado en Roland Garros.

Entre los jóvenes figura el griego Stefanos Tsitsipas, quien llega con el viento de cola de su buen torneo de Hamburgo; el alemán Alexander Zverev, animado por su reciente final en Nueva York; o el italiano Matteo Berrettini. Todos ellos aspiran a batir récords de precocidad.

Emilio Gómez debuta el lunes

Aunque no ha sido definida la hora, el único tenista ecuatoriano en el cuadro principal de singles del Roland Garros recibió el aviso de que jugará el lunes su primer partido. El rival, como ya fue establecido en el sorteo del viernes, será el italiano Lorenzo Sonego, actual número 46 del mundo.

El guayaquileño, quien transita por el puesto 154 del ranking ATP, no registra enfrentamientos previos con su rival, por lo que será un duelo inédito. De lo que se sabe de Sonego, es profesional desde 2013 y cuenta con un título absoluto (Antalya Open 2019), según el sitio web de la ATP.

EL DETALLE

Cambios. A las restricciones sanitarias, se le suma este año que el torneo se jugará con bolas diferentes, que pican menos; otro reto.