Uno de los jugadores de Orense que mejor conoce el estadio Monumental Banco Pichincha es Richard Calderón, quien estuvo por tres temporadas en Barcelona y que incluso consiguió con ellos un campeonato nacional. Este viernes 19 de mayo, por la fecha 11 de la LigaPro, el jugador regresa, pero vestido de verde.

Tienes sentimientos encontrados. El volante, de 29 años, dice que regresa al lugar donde fue feliz, donde lo trataron bien, enfrentando al club donde jugó en 2016, 2017 y 2019, y hasta fue campeón (2016).

“Tengo la mejor experiencia de disfrutar lo que es Barcelona. Mi cariño y respeto para los compañeros que tuve, los directivos y la afición”, precisa Calderón a EXPRESO sobre tener que enfrentarlos a las 20:00 del viernes.

Nacido en Lago Agrio, el ahora jugador de Orense deja de lado su pasado para resaltar que su equipo es una plantilla de cuidado, que tiene 18 puntos en la tabla de posiciones de LigaPro y que no pueden darlo por ‘muerto’.

“Estamos en la pelea, tenemos la ilusión de ganar la etapa, queremos seguir estando arriba, sabemos que Independiente del Valle tiene un calendario complicado y que algo puede pasar, por eso debemos pelear hasta el final; queremos ganar”, expresa.

Richard destaca que Orense tiene ‘hambre’ de conseguir algo grande; el objetivo el viernes es sumar en el Monumental.

La responsabilidad del equipo machaleño pasa además por cumplir el sueño de darle a la provincia de El Oro una participación en un torneo internacional. “Aquí el hincha se siente identificado con la provincia y queremos darle algo grande; cada partido de local uno ve la ilusión que tiene la gente, eso contagia y hay que devolver eso con trabajo y entrega”, precisa.

Para Calderón, el partido ante Barcelona tiene un significado especial. “Cuando se enfrenta a los equipos que son tradicionales o llamados ‘grandes’, es una motivación extra, es un juego especial, todos lo queremos jugar, deseamos mostrar buen fútbol y qué mejor que Orense llega en la parte alta con el objetivo de sumar para seguir con el sueño de ganar la etapa”.

Calderón considera que no hay secretos y habla de lo que les pide el entrenador Juan Carlos León, entre ello intensidad durante los 90 minutos, que no den por perdida ninguna pelota y, sobre todo, ser los protagonistas.

Enfrentar a Barcelona, dice, siempre le trae buenos recuerdos. Su hijo mayor, Alessandro, de 9 años, suele preguntarle con quién le gustaría cambiar la camiseta. A eso se suma un pedido especial: que haga un gol para festejarlo también.

Solo sumar interesa. No hay pronóstico definido. “Vamos con la ilusión de volver a seguir sumando en estas cinco finales que tenemos”, apostilla Calderón.