Son pocos los torneos deportivos en el país que mantienen hasta la fecha un valor sentimental en honor a la competitividad y el compañerismo; pero a la vez, son muchos los esfuerzos que se realizan para no dejarlos a la deriva. Uno de ellos es la regata Guayaquil-Posorja, la competencia a remo más extrema del mundo por las 49 millas náuticas (90,7 kilómetros) que se recorren.

Si bien la madrugada del viernes 7 de abril está previsto que empiece su edición 84, se pronostica ya ‘mal tiempo’; no por el clima, sino por los múltiples problemas que tanto el comité organizador del torneo como la Federación Deportiva del Guayas (Fedeguayas) han tenido que atravesar para que la prueba finalmente zarpe.

Walter Mora, presidente del comité organizador de la regata 2023, cuenta a EXPRESO que debido a un problema a la interna de la Asociación de Remo, no hubo un directorio como tal para este año, ya que el órgano deportivo se encuentra intervenido hasta convocar a nuevas elecciones. De ahí que él y otros tres miembros de la Asociación decidieron crear un comité para no dejar morir la competencia.

“Tuvimos varios contratiempos en cuanto a la organización. Se retiró el GAD de Posorja, con el que ya habíamos acordado que correría con los gastos más importantes y, sobre todo, con los premios para los ganadores. Luego de unos días, recibí unos audios en los que la señora Carmen Solórzano, promotora comunitaria del GAD, me indicó que entendimos mal y que el GAD y la empresa Nirsa en conjunto solo entregarían la comida para los competidores. Las otras propuestas quedaron desestimadas”, lamenta el presidente del comité organizador.

Pese a las ‘trabas’, la competencia contará este año con dos modalidades: cuatro con timonel, en la que participarán 10 equipos, y cuádruple, con cuatro representativos. Es decir, un total de 14 grupos, cifra importante si se considera que en 2020 (plena pandemia) solo acudieron tres equipos, en 2021 ese número subió a cuatro y recién el año pasado se inscribieron 11 plantillas.

Mora añade que aunque las autoridades de Posorja les “dieron la espalda”, acudieron a Fedeguayas, matriz provincial, que le entregó el aval para realizar la competencia, así como medallas, el rubro económico para los jueces del torneo, alquiler de las yolas, permisos de Cruz Roja y ATM, entre otras ayudas. Eso sí, el dirigente recalca que cada año se recibe menos dinero y menos ayuda que antes.

Consultado sobre las quejas en la organización, Roberto Ibáñez, titular de Fedeguayas, confirmó la rebaja en el presupuesto de la prueba, debido a que cada vez hay menos ayuda a las múltiples asociaciones porque también cada vez disponen de menos dinero, debido a los recortes presupuestarios impuestos por el Estado (60.000 dólares menos este 2023).

“Mientras menos recursos recibes, menos dinero tienes para invertir en eventos deportivos. Todo es una cadena”, argumentó el presidente, quien además señaló que la anterior directiva “no trabajó para que esta regata sea autosustentable”, ya que debían encargarse de que el torneo crezca, que sea comercial, obtener auspiciantes.

Para Cristhian Franco, capitán del equipo Astillero-Manuel Calle, los problemas no son nada nuevo. “Siempre han existido, siempre se dice que no hay plata; pero bueno, lo que nosotros queremos es remar. Eso es lo que nos interesa”, dice resignado.

El martes 4 de abril será la rueda de prensa oficial de la competencia. Otro año ‘tumultuoso’, otra regata.

LA CIFRA

14 embarcaciones saldrán desde el punto de partida la madrugada del viernes 7 de abril: 10 en la categoría cuatro con y 4 en cuádruples.