El Col de Portet, el puerto más exigente del Tour de Francia, fue testigo el miercoles 14 de julio de la fortaleza de Richard Carapaz, quien alcanzó su primera meta, llegar al podio de la competencia gala.

La Locomotora del Carchi fue protagonista de la pelea por ganar la jornada, y junto al danés Jonas Vingegaard, fueron los únicos en poder seguir el paso del esloveno Tadej Pogacar, que tras cruzar primero la meta tiene en sus manos el título del Tour, que ganó el año anterior.

“Vivir al 100 es lo que hace que cada día disfrute más de lo que hago. Intentamos llegar en lo más alto, pero como dicen siempre hay desquite”, comentó el tricolor, que es tercero en la clasificación general con una ventaja de 1 minuto y 34 segundos sobre el colombiano Rigoberto Urán.

En el equipo de Richie, la sensación es que el ecuatoriano dio un buen salto para acabar en el cajón de París, ciudad donde el domingo 18 termina la grande ciclística.

“La renta que tiene puede ser suficiente y queda una jornada dura y difícil en la que puede sacar un poco de tiempo”, aseguró su compañero en el Ineos, el español Jonathan Castroviejo.

Para el jueves 15 de julio está prevista la última etapa de alta montaña, también con final en alto, y paso por el mítico Tourmalet, a 2.115 metros de altura.

“Richard tiene que volver a atacar en la montaña, donde demostró que es muy fuerte, para sacar más ventaja sobre Rigoberto Urán y obtener diferencias con Vingegaard para llegar tranquilo a la contrarreloj del sábado”, analizó el entrenador Humberto Velasco.

El especialista colombiano destacó lo hecho por Carapaz en la etapa 17, para volver a demostrar “que es de los mejores ciclistas del mundo”.

Agregó que la Locomotora del Carchi está enfocado en mantener el podio hasta llegar a París, algo que calificó como “un hecho histórico al conseguirlo en la carrera más importante del ciclismo a nivel mundial”.