La selección ecuatoriana de fútbol no clasificó a la Copa del Mundo Femenina 2023, pero Mónica Amboya sí. La árbitro tricolor es desde este jueves 20 de julio una de las 88 juezas que imparten justicia en la cita máxima de mujeres, organizada por primera vez por dos países: Australia y Nueva Zelanda, y que se cumplirá hasta el 20 agosto.

La riobambeña, de 41 años, habló con EXPRESO. Está como juez asistente, ese era el objetivo desde que conoció la designación de la sede. “Desde que fui seleccionada trabajé en todos los aspectos con mis colaboradores en partidos de la Liga Pro; también nos enfocamos en la parte física y técnica. Además, cumplí paso a paso con las disposiciones de la comisión de árbitros de la FIFA ajustando hasta el último detalle para poder llegar de la mejor manera a la competición”, precisó.

Para la también profesora de Matemáticas, este será el segundo mundial absoluto que dirija, el primero fue en Francia 2019 y ahora la cita mundialista en Oceanía, que reunirá por primera vez a 32 selecciones de los cinco continentes.

Las otras tres citas máximas fueron: el Mundial Femenino sub-20 de Nueva Guinea en 2016, la Copa del Mundo sub-17 de varones en Brasil 2019 y la cita planetaria sub-20 femenina, que tuvo lugar en Francia 2018.

“Es un orgullo gigante para mí llevar la bandera de Ecuador en todos estos lugares. Eso sin contar que también dirigí gracias a Dios en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020”, comentó emocionada Mónica.

La maestra de estudiantes de cuarto a octavo de educación básica general unificada, se suma así a la lista de jueces ecuatorianos que han impartido justicia en citas ecuménicas, convirtiéndose en la única mujer.

La nómina tricolor la instauró Elías Jácome en Italia 1990, a la misma se han sumado luego Byron Moreno, recordado por su participación en Corea y Japón 2002, cita en la que también estuvo Bomer Fierro.

Además de Carlos Alfredo Vera, Byron Romero y Christian Lescano, quienes actuaron en la Copa del Mundo Brasil 2014; incluso Vera fue parte del cuarteto arbitral en la final. Sin embargo, Amboya es la que más mundiales ha dirigido.

Antes de llegar a la cita planetaria, la referí pasó un duro momento a inicios de año por un quiste que se complicó en la cirugía y terminó internada por 10 días en un hospital. No obstante, la principal preocupación no era tanto su recuperación, sino la posibilidad de quedar fuera de Australia y Nueva Zelanda 2023.

Los médicos le dieron seis meses de recuperación, pero la motivación de estar en su quinto mundial la llevó a reponerse en menos tiempo, por lo que en abril ya asistió a un seminario organizado por la FIFA en Paraguay.

“FIFA nos proporciona instructores físicos y técnicos que nos hacen un estricto seguimiento, son a ellos a quienes reportamos nuestros trabajos y estamos en permanente contacto”, mencionó Amboya.

Las disposiciones del comité de arbitraje que dirige el balompié mundial empezaron hace cuatro años, después de la copa de Francia 2019. Las mismas tienen que cumplir a cabalidad. Así lo mencionó la juez ecuatoriana. “Venimos llenando plataformas de preparación física, técnica y académica. Entonces tenemos que seguir cumpliendo con los parámetros de cada semana y mes de trabajo”. Es dentro de la parte técnica donde la riobambeña tiene como instructor al exárbitro Samuel Haro.

En la Copa Mundial Femenina Australia y Nueva Zelanda 2023, Amboya también podrá desenvolverse en la tecnología del Video Arbitraje (VAR), luego de que en 2022 recibió la escarapela FIFA Internacional de árbitros de video.

Mónica está consciente de que es una gran responsabilidad representar al país en un evento tan importante. “Llegamos bien, con muchas ganas de hacer un buen papel y tengo la ilusión de hacer un gran trabajo”, subrayó.

Desde inicios de julio, la ecuatoriana empezó a afinar detalles en los países sede, por lo que llega 100 % enfocada y decidida en que su quinto Mundial sea lleno de metas y retos cumplidos.