Terminó la moda de los uruguayos. Ahora, los equipos del campeonato nacional se están inclinando por la línea española. Incluso la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) armó su estructura alrededor de un ibérico.

No es la primera vez que españoles están en el balompié ecuatoriano, pero eran casos aislados, como por ejemplo el padre Juan Basurco o Benito Floro en Barcelona, o Manuel Tomé en El Nacional.

Esta vez, tres equipos (Independiente del Valle, Emelec y Delfín) serán dirigidos por técnicos nacidos en España en una misma temporada. Además del gerente deportivo de la FEF, Antonio Cordón.

Los de Sangolquí dieron el primer paso hace varios años, cuando empezaron a contratar técnicos europeos para sus divisiones formativas. Además de enviar a los entrenadores del país a realizar prácticas en España. Así lo recuerda el director técnico brasileño Janio Pinto, quien siendo estratega del cuadro rayado estuvo varias semanas en el Villarreal, gracias a ese convenio de cooperación.

“Lo de Independiente no fue suerte. Lo trabajó. Se fijó mucho en esa estructura y entendió que era la mejor opción para un proyecto a mediano plazo”, reconoció Pinto.

Ismael Rescalvo fue el primero en asumir al primer plantel, con relativo éxito. Su proyecto se cortó cuando Emelec pagó la cláusula de rescisión y se lo llevó el año anterior.

Los del Valle se mantuvieron en ese esquema y entregaron el plantel a Miguel Ángel Ramírez, quien ya estaba en las formativas. Y con él consiguieron el título de la Sudamericana.

“El éxito de Independiente del Valle hizo que los demás clubes traten de emular esas conductas y apuesten por esa línea. Antes pasó con uruguayos, colombianos, argentinos y brasileños. No es algo nuevo, se opera así”, dijo el exseleccionador nacional Carlos Sevilla.

Sevilla y Pinto coinciden en que el éxito de Independiente del Valle impulsó la llegada de más españoles. Antes, cuando Benito Floro en Barcelona y Manuel Tomé en El Nacional no consiguieron los objetivos, en diferentes momentos, la apuesta por entrenadores europeos no despegó.

Aunque Sevilla también explica que influyó el viaje a España que realizaron varios directivos el año anterior. “Volvieron y dijeron que estábamos 50 años atrasados en la metodología de preparación. De ahí, todos repitieron lo mismo. Además, se hizo posible contratar a españoles porque tienen el instituto de formación y cada año aparecen más y necesitan espacios para trabajar”, agregó.

Independiente del Valle expandió la línea española a sus formativas. Contrató a Luis Pastur para la sub-16 y a José Mato para la sub-18 y reservas.

Emelec está mutando a ese estilo de la mano de Rescalvo. Si bien en la temporada anterior no llegó a puestos estelares, la imagen que dejó en los últimos partidos generó expectativa para esta campaña.

Delfín, con Ángel López, es una apuesta brava. Tiene que reconstruir al campeón nacional, tras la salida de siete jugadores y la llegada de ocho refuerzos.

Y él lo admitió. “Estamos analizando a los muchachos para ver si jugamos más elaborado o directo, con tres o cuatro atrás. Eso lo decidiremos con el tiempo. Por ahora, solo puedo anticipar que quiero un equipo atrevido, competitivo y valiente”, declaró López tras la primera sesión de pretemporada con el campeón nacional.

Floro, un costoso recuerdo

Barcelona no podrá olvidar el paso del español Benito Floro en 2009. Además de que su proyecto deportivo de renovación nunca despegó, dejó una gran deuda de 662.000 dólares, que recién se cubrió en 2016.

El proyecto de Barcelona también fue liderado por otro ibérico: Ángel Gómez. Él fue director deportivo en 2010, sin éxito. Después fue entrenador de River Ecuador, en 2017.

Otro entrenador español que tuvo poco éxito en el país fue Manuel Tomé, en El Nacional, en 2013. Fue cesado por malos resultados.

Antes de Ramírez, el español que tuvo más éxito en el país fue el padre Basurco, quien estuvo en Liga de Portoviejo y Barcelona. Con los toreros fue campeón en 1971.

Igualmente, la selección nacional ya estuvo bajo el mando de un español. José Planas Artés la dirigió en 1949.