No hubo mejor desayuno que este: goles y mucha felicidad. Costa, Sierra, Oriente y Galápagos vivieron a lo grande el debut histórico de Ecuador en el Mundial 2022.

En Guayaquil, para algunos, el café se convirtió en cerveza y el pan en algo más sustancioso, como piqueos. Y es que fue una mañana diferente. Por ejemplo, en un reconocido hotel del norte de la urbe, más de un centenar de personas se reunieron para ver el cotejo, pero nadie se esperaba que aun cuando ni se terminaban de acomodar en sus asientos, al minuto 3 gritarían un gol que al final fue anulado.

Un poco más al centro porteño, específicamente en la explanada del estadio Modelo, alrededor de 9.000 personas vivieron un multitudinario Fan Fest en el que se pudo apreciar el partido en cuatro pantallas gigantes, de manera gratuita.

Familias enteras, niños, jóvenes, adultos, e incluso extranjeros, soportaron el calor sofocante que se sintió durante las horas del cotejo. Pero nada importaba, jugaba la Tri. Y el equipo respondió: 2-0.

Cada cambio de jugador en el equipo de todos, cada falta o peligro en el área contraria era vivida como si se tratara de una final. Hubo pelucas, banderas, bocinas y hasta papel picado cuando se hizo el conteo de los últimos 10 segundos para el pitazo final. Algo similar sucedió en bares, restaurantes, plazas o en las afueras de las casas donde se sacaron los televisores.

“Esto no se vive dos veces en la vida. Es la primera vez que una selección visitante le gana a los dueños de un Mundial en el primer partido”, precisó emocionado al borde de las lágrimas Miguel Ángel Castro, hincha que llegó desde el suburbio de Guayaquil al estadio de la avenida de las Américas.

Se pudo conocer que para el partido de este viernes 25 de noviembre, ante Países Bajos (11:00), la intención es que la multitudinaria reunión de hinchas no solo se tome la explanada del estadio Modelo Alberto Spencer, sino también el coliseo Voltaire Paladines Polo. Roberto Ibáñez, presidente de la Federación Deportiva del Guayas, ente que regenta el espacio, estuvo en el Fan Fest y se comprometió con la iniciativa.

Ya en Quito, el ambiente no fue menos festivo. Incluso los hinchas empezaron a vivir intensamente el compromiso en la previa, con la venta de las camisetas de la selección. Con banderas o turbantes, los capitalinos se dieron cita en varios lugares donde se colocaron pantallas gigantes, como en el parque La Carolina o en centros comerciales, locales de comida y bares.

“Se jugó bien y pese a las fallas del árbitro la selección consiguió un triunfo histórico. Tengo fe de que clasificaremos a octavos de final y seguiremos avanzado”, afirmó emocionado Carlos Ortiz.

En Ambato la fiesta fue muy similar. Habitantes de la parroquia Quisapincha, zona alta de la Tierra de los Tres Juanes, vieron el partido en pantallas gigantes y recibieron canguiles para aplacar las ansias del crucial cotejo. Intentando no romper con su cotidianidad, muchos hinchas primero acudieron a la iglesia a pedirle a la Virgen del Quinche que les haga el ‘milagrito’ de que gane la Tri. Y se los concedió.