Con mucha pinta de que iba a ser un partidazo entre ambos gigantes de sus respectivas confederaciones, terminó cumpliendo con el objetivo de ofrecer un espectáculo de fútbol. Sin embargo, el “jogo bonito” no estuvo del lado de Brasil en esta ocasión y cayó 4-2 ante un equipo senegalés imparable y con miras a lo que será la Copa Africana que se disputará en enero del próximo año.

Senegal, líderado por su capitán Sadio Mané, comenzó abajo en el marcador luego de que Lucas Paquetá abriera la cuenta al minuto 11. Habib Diallo empató las cosas a los 22’ y Marcos Correa anotó en contra y puso el 2-1 momentáneo para los africanos.

Minutos después, Sadio Mané aumentaría la ventaja del conjunto senegalés y pondría las cosas 3-1. Tiempo más tarde a los 58’, el mismo Correa tendría su redención tras fundir el arco de Mory Diaw y descontar, el partido estaba 3-2 en Portugal.

Ya sobre el final, el árbitro decidió cobrar una falta sobre el área de Brasil, era penal para los senegaleses. Sadio Mané tomó el balón y la mandó al fondo de las redes del arco protegido por Ederson. El marcador final fue de 4-2 en Lisboa.